El flujo de remesas enviadas a El Salvador a través de billeteras digitales vinculadas a criptomonedas continúa perdiendo terreno. Entre enero y julio de 2025, estos envíos acumularon 30,29 millones de dólares, lo que representa una reducción del 39 % respecto al mismo periodo de 2024, de acuerdo con las estadísticas más recientes del Banco Central de Reserva (BCR).
Las cifras muestran que, aunque hubo cierta estabilidad mensual en el comportamiento de los envíos este año —con montos que oscilaron entre los 2,25 millones en febrero y los 4,85 millones en julio—, la caída es significativa si se comparan con los registros de 2024, cuando en los primeros siete meses la suma alcanzó 49,67 millones de dólares. En ese periodo, enero y febrero de 2024 superaron los 6 millones cada uno, mientras que marzo y abril rondaron los 8 y 7,6 millones, respectivamente.

La reducción en el uso de billeteras cripto para el envío de divisas ocurre en un contexto de cambio en la política monetaria del país. El Salvador, que en septiembre de 2021 se convirtió en el primer Estado en adoptar el bitcóin como moneda de curso legal junto al dólar, ha venido modificando su estrategia en torno a este activo digital.
Aunque en sus primeros años el Gobierno promovió la adopción del bitcóin con incentivos fiscales y campañas de uso, diversos estudios de opinión han mostrado que más del 90 % de la población no lo utiliza de manera cotidiana.
La situación cambió de forma más estructural en 2025, tras el acuerdo financiero alcanzado con el Fondo Monetario Internacional (FMI) por 1.400 millones de dólares. Como parte de los compromisos adquiridos, la Asamblea Legislativa retiró al bitcóin la condición de moneda de curso legal, reduciendo el papel del Estado en su circulación.
En este nuevo escenario, las remesas en criptomonedas parecen haber perdido el impulso inicial que las colocó en el centro de la apuesta económica del presidente Nayib Bukele, consolidando al dólar como el principal medio para la recepción de divisas familiares.