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Cómo construir tu reputación apoyado de los medios digitales

Leí hace días el libro Disruptivo de la serie Desafíos publicada por IDEAS LLYC (de Llorente y Cuenca), del cual me llamó la atención el capítulo “El reto de la gestión reputacional de los dircoms“, en el que Carlos Llano resalta que la reputación se construye, en muchos casos, de manera silenciosa.

Pero, más adelante, el autor aclara que en la sociedad actual, donde los individuos producen y acceden a contenidos de manera inmediata, las compañías y sus ejecutivos están más expuestos a críticas y valoraciones por su manera de actuar.

Esto me puso a pensar en una sesión de fotos de una amiga a quien he estado acompañando y asesorando en construir su imagen de empresaria ejecutiva, en la que ella y todo su equipo decían: “debemos hacer un video del detrás de cámaras para colocarlo en el perfil de Instagram”.

En este debate de ideas se me ocurre preguntar: ¿Pero, es para publicarlo en la cuenta personal, cierto? Y me contesta: “No, en el corporativo de mi empresa, que la gente vea como soy yo con todo y mi desorden mientras me maquillo y arreglo para las fotos”. Como ustedes sabrán, me negué.

Ante mi negación una joven presente me dijo: querida, debes dejarte aconsejar, eso es la tendencia; con eso vende ella, te vendes tú y vendes el trabajo de los que estamos aquí. ¡Más sorpresivo para mí escuchar esa posición!

“Estamos tan centrados en que esto es lo que conecta y les gusta a las personas que olvidamos muchas veces la verdadera esencia de nuestras marcas”, al César lo de César y a Dios lo de Dios.

La idea no es que ella se venda como alguien que sigue tendencias chulas de redes sociales, y menos que las redes de su empresa promuevan otros servicios que terceros le ofrecen a ella, ya en sus redes personales otro es el cuento.

Estamos hablando de una consultora empresarial en 360 grados (Finanzas, legal, RRHH, entre otros), y sus redes empresariales deben exponer su perfil profesional divorciado del de su vida personal. Al menos hasta cierto punto.

¿Y qué tiene esto que ver con lo que dijo Carlos Llano?

Repito: en la sociedad actual donde los individuos producen y acceden a contenidos de manera inmediata, las compañías y sus ejecutivos están más expuestos a críticas y valoraciones por su manera de actuar.

¡Y no! no está mal ir a la par con las tendencias.

De hecho, hasta hace unos años no se hablaba de reputación como un elemento importante en la comunicación corporativa.

Fue precisamente la ola de crecimiento de la sobre información y el rápido acceso a esta lo que volteó a las empresas a tomar precauciones y medidas preventivas adecuadas para poder preservar y demostrar a sus públicos externos la confianza y solidez de sus marcas.

Y como decía Carlos Llano, la reputación se construye en silencio. Yo a eso agregaría que se construye poco a poco, día a día y con pequeñísimos detalles que tomar en cuenta que por sencillos que parezcan pueden generar más rechazo social que aceptación.

Así como es de importante poner el nombre correcto a una empresa o emprendimiento que será determinante en el tipo y nivel de clientes que consumirán tu producto, lo es saber qué contenido colocas y viralizas a través de sus cuentas.

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