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Debate regional en Panamá sobre ética en la inteligencia artificial

La inteligencia artificial es una herramienta importante para la democratización, la educación y los servicios y bienes culturales

La irrupción de la inteligencia artificial y el diseño de principios éticos para el uso de esta nueva tecnología en la literatura y las artes, centró el debate este jueves en Panamá de la reunión del Consejo del Centro Regional para el Fomento del Libro en América Latina y el Caribe (Cerlalc)

El tema fue puesto sobre la mesa y abrió la discusión de esta trigésimo sexta reunión ordinaria de la Cerlalc, con el plan de firmar un acuerdo, que no se alcanzó de momento, fijando estrategias de cooperación hacia el establecimiento de este marco ético.

“Se planteó profundizar el tema para poder hacer a la larga un gran foro, un gran congreso, donde se desarrolle un marco ético claro de cómo Iberoamérica tiene que estar junta para poder regular este tipo de tecnologías”, dijo el colombiano Andrés Ossa, director de la Cerlalc.

Lo que se pretende con esto a largo plazo, precisó Ossa, “es tener una presencia clara en la alimentación de los motores del ‘machine learning’ (aprendizaje automático a través de algoritmos)“.

Autor, editor y especialista en marketing y negocios digitales, Ossa señaló que entre los riesgos de esta tecnología emergente está que la esfera iberoamericana de contenidos quede aislada de ese tipo de herramientas.

Esto llevaría a que “puedan generar hechos que no son totalmente verídicos o cosas condicionadas por la inteligencia artificial que los programó“.

El otro reto que supone la inteligencia artificial, de acuerdo con Ossa, es la violación de los derechos de autor y el plagio, frente a lo cual, dijo, el derecho de autor se debe actualizar con nuevas herramientas.

“Te doy un ejemplo clarísimo, el ID de creador que es una especie de marca de agua digital que permite que los contenidos que uno crea en el mundo digital siempre estén protegidos”, anotó.

En ese sentido, el director del Cerlalc indicó que el riesgo actual para la industria del libro “es que no existe eso, está abierto a que cualquier persona pueda crear libros donde su participación creativa fue absolutamente nula y puede decir que el libro es de él”.

Insistió que se trata de una “violación de derechos de gente que ha creado cosas, y que con este tipo de herramientas tecnológicas no se está valorando el trabajo de los autores y por el contrario está violando sus obras, con un gran riesgo en pérdidas de trabajos, como por ejemplo entre traductores, ilustradores“.

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