El Salvador reafirmó su posición como referente regional en el sector energético al convertirse en sede del primer Congreso Geotérmico de Latinoamérica (LATAM Geothermal Congress – LGC). Este evento, celebrado en septiembre, reunió a más de 120 expertos de 20 países y marcó un hito histórico para la transición energética de la región, al colocar la geotermia como una de las fuentes más competitivas, limpias y sostenibles para garantizar la seguridad energética.
Durante tres días, el encuentro reunió a investigadores, representantes de organismos internacionales, universidades y empresas operadoras que compartieron 66 ponencias técnicas en tres idiomas, además de paneles de discusión, conferencias magistrales y mesas de trabajo articuladas en la Red de Acción Geotérmica (RAG). El cierre se realizó con una visita a la planta geotérmica de Ahuachapán, un proyecto emblemático de LAGEO que este año cumplió 50 años de operación comercial y que simboliza la apuesta del país por la innovación en energías renovables.

En materia de inversión, LAGEO destacó que ha destinado alrededor de $23 millones en procesos de repotenciación y actualización tecnológica de las plantas de Ahuachapán y Berlín. Estas mejoras han permitido aumentar la capacidad de generación entre un 12 y 13 %, consolidando a la empresa como uno de los pilares del sistema eléctrico nacional. Además, se proyecta que para 2030 se incorporen entre 30 y 50 megavatios adicionales gracias a los campos de San Vicente y Chinameca, lo que fortalecerá la diversificación de la matriz energética salvadoreña.
Más allá del impacto económico, LAGEO también subrayó su aporte social a través de FUNDAGEO, fundación que desde 2005 desarrolla proyectos comunitarios en las zonas aledañas a los campos geotérmicos. De esta manera, El Salvador no solo avanza en eficiencia energética y sostenibilidad, sino que también apuesta por un modelo de desarrollo inclusivo, donde la innovación tecnológica y la inversión social se convierten en motores de crecimiento a largo plazo.