El Salvador ha registrado un importante avance en materia de inclusión financiera, según revela la más reciente encuesta Global Findex 2025 del Banco Mundial. De acuerdo con los datos, el 43 % de los salvadoreños mayores de 15 años posee al menos una cuenta bancaria, cifra que representa un aumento de 12 puntos porcentuales respecto al 31 % reportado en 2021.
Este progreso coloca al país como el segundo con mayor nivel de bancarización en Centroamérica, solo por detrás de Costa Rica, que lidera con un 71 %. El Salvador supera así a países vecinos como Honduras (41 %), Guatemala (39 %) y Nicaragua (22 %).
El Banco Central de Reserva (BCR) atribuye este avance al impulso del Gobierno que en 2019 creó el Consejo Nacional de Inclusión y Educación Financiera (CNIEF), con el objetivo de fomentar el acceso y uso de servicios financieros formales, especialmente entre los sectores más vulnerables.
En este marco, también se implementó la Política Nacional de Inclusión Financiera, la cual define lineamientos para garantizar productos y servicios financieros de calidad. Esta política se enfoca en estrategias como la digitalización, la innovación tecnológica, el fortalecimiento de la infraestructura y conectividad, así como la mejora del marco regulatorio y la supervisión del sistema financiero.
Otro pilar fundamental ha sido la Ley para Facilitar la Inclusión Financiera, vigente desde 2015 y objeto de varias reformas en los últimos años. Esta normativa ha permitido regular el uso del dinero electrónico, ampliar los servicios financieros digitales y facilitar la apertura de cuentas bancarias para personas de bajos ingresos y residentes en zonas rurales.
El fortalecimiento de la inclusión financiera en El Salvador representa un avance clave en la lucha contra la pobreza y la exclusión social, además de sentar las bases para una economía más resiliente y equitativa.