Icono del sitio Comercio & Negocios

Este es el mayor desafío de los ejecutivos y ejecutivas C-Level en América Latina

En el corazón de cada organización exitosa yace una sinergia que funciona entre la estrategia y la ejecución; sin embargo, lamentablemente este músculo grita por su ausencia en muchas organizaciones en América Latina. La brecha creciente entre lo que se visiona y lo que realmente se implementa está frenando el progreso de la región, un foco excesivo en el corto plazo y en resolver la coyuntura limita la innovación y deja a muchas empresas en un ciclo constante de “la coyuntura nos jugó en contra”, “nos faltaron recursos” y varios etcéteras que con una mayor disciplina de los líderes y equipos manteniendo alta adaptabilidad hubieran hecho la diferencia.

EL DESAFÍO: EL ESCENARIO EMPRESARIAL EN AMÉRICA LATINA

Ante que nada, es clave resaltar lo particular de la dinámica empresarial en América Latina (alta informalidad, presión gubernamental, cambio en reglas de juego, etc) presenta un desafío único para los ejecutivos de alto nivel: la ejecución de estrategias bien concebidas a menudo se pierde en la traducción a la práctica diaria por un mercado cambiante y exigente.

Un factor adicional es la mirada cortoplacista y aversión al riesgo de los directores y dueños de las empresas. Un reto de los equipos de gerencia para negociar apuestas de innovación mirando la creación de valor a largo plazo. Sin embargo, el escenario más triste se da cuenta si existen apuestas de innovación, proyectos transformacionales, objetivos valientes que no logran traducirse en ejecución debido a una falta de capacidad organizacional.

Una de las principales causas se da debido a lo poco equipados que están los líderes (sobre todo el middle management, pero también el C-Level en muchos casos) para resolver el problema del corto y largo plazo, una baja capacidad para reaccionar en tramos cortos a la incertidumbre manteniendo una mirada de largo plazo clara y consistente que permite construir alto valor diferencial.

Esta falta de conexión entre la estrategia y la ejecución no solo compromete el éxito de los objetivos estratégicos en las organizaciones, sino que también mina la competitividad y la innovación a largo plazo de la región.

Al explorar este problema y acompañar a organizaciones en más de 20 sectores empresariales, hemos llegado a la conclusión que la solución a este reto (con un alto nivel de personalización en función a la organización) reside en la implementación de un sistema de gestión de estrategia y ejecución integral que conecta la visión, planeamiento estratégico, los proyectos de multianuales/anuales, los OKRs, KPIs, Iniciativas y Backlogs de los equipos, un sistema que fomente la disciplina y adaptabilidad en todos los niveles de la organización, desde los altos ejecutivos hasta los colaboradores de línea base.       

Existe una confusión sobre que este tema se trata básicamente de implementar OKR. Nada más alejado de la verdad.

Los OKR son muy valiosos, pero están enfocados en una parte de este sistema de gestión. Básicamente en los objetivos transformacionales. Esto deja de lado todo el Business As Usual (día a día) de la organización. Incluso hemos visto muchos casos de empresas que no implementan OKR, pero logran resultados extraordinarios en la implementación de su estrategia simplemente adoptando rituales, roles, métricas que permiten validar el valor conseguido con el trabajo y ajustar lo necesario en tramos cortos.

Compartir artículo:
Salir de la versión móvil