La economía de Estados Unidos ha alcanzado un hito significativo en su desempeño, logrando un crecimiento notable en medio de un entorno inflacionario en descenso. Según el informe publicado por el Departamento de Comercio, el Producto Interno Bruto (PIB) creció a una tasa anualizada del 2.8% en el tercer trimestre de 2024. Aunque esta cifra es ligeramente menor a la expansión del 3% registrada en el segundo trimestre, supera la proyección del 2.6% de economistas encuestados por FactSet, lo que evidencia la estabilidad económica del país.
Este resultado llega en un contexto de reducción en los niveles de inflación hacia el objetivo del 2% fijado por la Reserva Federal (Fed), lo cual sugiere que la economía estadounidense podría haber logrado el “aterrizaje suave” que buscaba: un ajuste inflacionario sin caer en recesión. Este logro ha sido calificado por economistas como un escenario excepcionalmente raro y positivo. James Bullard, ex presidente del Banco de la Reserva Federal de St. Louis, declaró que “es momento de declarar un aterrizaje suave”.
El impulso de este crecimiento en el tercer trimestre provino, en gran medida, del consumo interno. Con un 70% de influencia en la producción económica total, el gasto de los consumidores se incrementó notablemente, con un fuerte aumento en las compras de bienes duraderos. Aunque la inversión empresarial continuó, fue a un ritmo más moderado, mientras que el gasto público, tanto federal como estatal, también contribuyó al crecimiento económico.

En septiembre, la Fed realizó un recorte en las tasas de interés, el primero en más de cuatro años, confiando en que la inflación estaba bajo control. Esta medida responde al doble mandato de la Fed: estabilizar los precios y maximizar el empleo. La decisión busca enfocar la atención en la estabilidad laboral y reducir costos para el consumidor.
Además, la confianza del consumidor registró un notable incremento en octubre, y el sector privado añadió el doble de empleos de lo esperado, fortaleciendo la base económica del país. El presidente Joe Biden celebró el informe como un testimonio del avance económico alcanzado desde su llegada al poder, destacando la recuperación del país desde la crisis económica provocada por la pandemia. Un funcionario de la Casa Blanca subrayó que el crecimiento económico anual promedio durante la administración Biden-Harris ha sido el más sólido de cualquier administración en el presente siglo.
Estos datos reflejan un período de estabilidad económica que, de mantenerse, podría sentar las bases para una economía fortalecida y en equilibrio en los próximos meses.