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La inteligencia artificial: Un nuevo desafío para las empresas

En la actualidad, la inteligencia artificial (IA) se ha convertido en una presencia casi omnipresente en todas las industrias. Esto se debe en gran parte a la «Ley de Moore», predicha por Gordon Moore, cofundador de Intel, la cual ha demostrado ser una realidad una y otra vez durante cinco décadas. Esta ley establece que el número de componentes de los chips informáticos se duplicaría cada 18 meses.

Se espera que la IA sea tan transformadora y revolucionaria como lo fue el chip informático, el cual cambió para siempre nuestra forma de vivir y trabajar.

Para desatar todo el potencial de la IA, será necesario replantear cómo equipamos a las empresas y a los trabajadores del futuro. Según el ex CEO de Intel, Andy Grove, prepararse para el futuro de la IA requerirá una capacitación técnica, pero no será lo único necesario. La formación de trabajadores no técnicos sobre cómo colaborar con la IA y ser pensadores críticos y constructores de sus resultados será igual de vital.

Existen cuatro principios que se deben tener en cuenta para fomentar el ingenio de la IA en las organizaciones:

  1. Probar y aprender: Es necesario experimentar continuamente para descubrir el potencial de la IA. Los directivos deben crear un entorno en el que el fracaso esté permitido, siempre y cuando se extraigan lecciones adecuadas de cada experiencia y se establezcan protecciones que garanticen la precisión y las prácticas éticas.
  2. Colaborar entre funciones en casos de uso de la IA: Con muchos departamentos generando ideas sobre cómo utilizar la IA para impulsar los objetivos empresariales, será crucial que varios equipos trabajen juntos para priorizar estrategias y recursos.
  3. Desarrollar el pensamiento crítico: La IA por sí sola no es suficiente. El desarrollo de las habilidades analíticas y de resolución de problemas de los empleados les capacitará a la hora de guiar, formar y diseñar soluciones de IA que ahorren tiempo y sirvan como compañeros de trabajo digitales de confianza.
  4. Utilizar la IA de forma responsable: Cada organización tendrá que reflexionar sobre las consideraciones éticas de cada paso que se dé con la IA dentro de cada función.

En resumen, la IA va a afectar a todos. Cuanto antes aprovechemos los aspectos positivos de esta nueva tecnología y establezcamos los controles adecuados para evitar daños, mayor y más positivo será el impacto de la IA. Esto empieza por formar a los trabajadores para que experimenten continuamente, colaboren en equipo, piensen de forma crítica y construyan de forma responsable. Las organizaciones que sigan estos principios utilizarán eficazmente la IA para aumentar las capacidades humanas y, al mismo tiempo, permitir que las personas prosperen.

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