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Logra mejores resultados en 2024 con metas claras

Entre el ajetreo del cierre de proyectos y fiestas decembrinas, parece que el año prácticamente se terminó. Sin embargo, aún queda tiempo para pensar y planear los cambios y logros que queremos alcanzar en 2024. 

Y aunque parece trillado el tema, pues cada fin e inicio de año inevitablemente hablamos de metas y propósitos, a través de diversos estudios se ha encontrado evidencia para demostrar que momentos clave como son el comienzo del año, un cumpleaños, un nuevo empleo, el nacimiento de un hijo o incluso una mudanza, ayudan a crear una división entre nuestro yo pasado y el futuro al que aspiramos de llegar, ofreciendo una oportunidad para comenzar el camino en la dirección deseada. 

Por ello, es importante aprovechar esos hitos y la motivación que traen consigo para generar los cambios positivos que queremos lograr, incluyendo los que tienen que ver con nuestras finanzas personales. 

Si hablar de metas parece repetitivo, vale la pena recordar por qué son importantes. Desde la perspectiva de las ciencias del comportamiento, el fijar metas es fundamental por tres razones: Primero, las metas nos ayudan a enfocar nuestro esfuerzo en las tareas y actividades que tenemos que hacer para lograr nuestros propósitos, es decir, nos dan un sentido de dirección, una especie de mapa de ruta para guiar nuestras acciones.

El poner metas también nos ayuda a mantener el impulso que necesitamos para llegar al destino, recordándonos porqué estamos en la ruta, sobre todo cuando estamos cansados y nos cuestionamos el seguir adelante.

Finalmente, tener metas nos da la oportunidad de experimentar el sentido de satisfacción que da lograrlas. Pocas cosas dan tanto gusto como “palomear” una tarea de la lista de pendientes, liquidar una deuda o ver un saldo que nos propusimos en nuestra cuenta de ahorros.

Por todo ello, no solo es recomendable fijarnos metas en momentos clave de la vida, sino también asegurarnos que dichas metas nos ayuden a llegar al estado de bienestar que buscamos. Y aunque se dice que la fuerza de voluntad es la clave para lograr nuestros objetivos, la evidencia nos muestra que no es suficiente, pues constantemente enfrentamos obstáculos que nos impiden avanzar independientemente de lo fuerte de nuestra voluntad o nuestras intenciones.

Tomando esto en cuenta, las ciencias del comportamiento ofrecen herramientas útiles para diseñar metas factibles de lograr, así como algunas maneras en que podemos apoyarnos para llegar a ellas.

Metas realistas y medibles

Aunque es tentador ponernos metas ambiciosas cuando tenemos 12 meses completos por venir, el mismo impulso del año nuevo nos puede llevar a sobreestimar lo que podemos lograr. Debido a lo que llamamos el sesgo de optimismo, tendemos a sobrevalorar la probabilidad de que las cosas nos salgan como deseamos y subestimar la probabilidad de que algo nos salga mal. Por ello, es clave que nos preguntemos si las metas que nos fijamos son factibles de alcanzar con los recursos (dinero, tiempo, espacio) con que contamos y si estamos definiendo indicadores que nos permitan medir nuestro avance a lo largo del trayecto para poder saber si estamos caminando como planeamos o si hay que hacer ajustes en la estrategia. Si la respuesta a estas preguntas es dudosa o negativa, es señal que hay que hacer ajustes antes que emprendamos el camino. 

Divide las metas 

Al definir indicadores no solo fijamos puntos de referencia para evaluar nuestro avance, igualmente dividimos las metas en acciones logrables que poco a poco nos acercan al resultado final.

Recordemos también que conforme nos acercamos a las metas que nos fijamos, tendemos a hacer un esfuerzo adicional para llegar, por lo que al dividir las metas en objetivos más pequeños que podemos lograr en plazos menores, nos damos la oportunidad de dar este esfuerzo adicional a cada una de estas submetas. 

Ya sea que la meta sea liquidar una deuda, incrementar los ahorros para el retiro en cierto porcentaje o juntar para el enganche de una casa, estos importantes proyectos parecerán menos abrumadores si se dividen en pequeñas acciones que pueden lograrse (y evaluarse) cada cierto tiempo. 

Asegúrate también de felicitarte por el logro de cada una de estas pequeñas acciones, pues te dará el impulso necesario para seguir en el camino. 

Especifica el camino hacia tus metas

Por investigaciones sobre intenciones de implementación sabemos que tenemos mayores probabilidades de cumplir un objetivo cuando especificamos cómo, cuándo, y dónde lo haremos. Por ejemplo, si te propones una meta de ahorros para el 2024, no solo especifica la cantidad a la que quieres llegar, sino además configura un depósito automático a tu cuenta de ahorros para cada quincena o cada que recibas un pago, de acuerdo con como recibas tus ingresos. De esta manera, no solo se fija un plan claro para avanzar hacia la meta de ahorros, sino además se disminuye la tentación de desviar el recurso del objetivo y se elimina la fricción que implica el hacer el depósito cada vez que reciba sus ingresos. 

Esperamos que estas herramientas sean útiles para fijar metas que produzcan mejores resultados y logros, y que todo ello contribuya a un 2024 más feliz, próspero y sano. 

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