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MAG y Cooperación Alemana apoyan a los apicultores de Chalatenango

Con la puesta en marcha de un moderno laboratorio, los apicultores de la Asociación Cooperativa de Comercialización, Producción, Ahorro y Crédito de los Apicultores de Chalatenango (Acopidecha) fortalecen su control de calidad en los procesos de producción de la miel. Esta es una iniciativa ejecutada por la entidad alemana de Cooperación Financiera (KfW) en El Salvador, la cual es acompañada por el Ministerio de Agricultura y Ganadería (MAG).

La importancia de este laboratorio es que viene a elevar la calidad del producto de los cooperativistas, ya que medirá algunos aspectos previos a la cosecha de la miel, por ejemplo, el monitoreo de la calidad y la diversidad de mieles, de acuerdo con los orígenes florales.

El MAG, a través de la Unidad de Inocuidad de Productos Apícolas de la Dirección General de Ganadería, es quien garantiza el monitoreo en el campo y en la planta, para dar cumplimiento al reglamento y normas, ya que es la institución responsable de emitir la certificación para que las plantas apícolas pueden exportar.

Durante un recorrido que realizó el Ministro de Agricultura y Ganadería, Óscar Guardado, aseguró que: «La División de Inocuidad de Productos de Origen Animal brinda las certificaciones y validaciones de calidad para la exportación. Ningún producto que no sea analizado por muestra Dirección General de Ganadería puede salir del país».

Acopidecha cuenta con 7,000 colmenas y una producción de 160 toneladas de miel, de la cual el 80% va hacia mercados internacionales, entre ellos al de la Unión Europea. «El acompañamiento que le damos a estas iniciativas de los apicultores es para mejorar la miel que producen en los apiarios que tienen», recalcó el Ministro Guardado.

Mientras tanto, la directora de KFW, Claudia Arce, destacó que la miel salvadoreña es de buena calidad. «La miel es un producto muy valorizado porque en Europa su consumo es alto, Alemania consume bastante. Los esfuerzos de la gente aquí en la comunidad valen la pena y ellos están logrando mejorar sus procesos», sostuvo.

Para los apicultores, apostarle a la producción de miel va más allá del mero consumo de este producto, ya que también hay beneficios ambientales y medicinales. En ese sentido, con la inversión de KFW han logrado una reforestación de 136 hectáreas con plantas nectopoliníferas, lo que mejora la producción.

Luis Hernández, gerente de Acopidecha, detalló que la cooperativa ha crecido desde su fundación, en 2005; y muestra de ello es que, hoy está bien establecida y cumple con los requerimientos exigidos. «Nuestra planta cumple con todos los estándares internacionales. Se adecua a las normas de inocuidad y sanidad que exigen los países importadores, como es el caso de la Unión Europea».

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