La presidenta de México, Claudia Sheinbaum, expresó este martes su rechazo a la reactivación de una cuota compensatoria del 17,09 % a las importaciones de tomate mexicano después de que EE.UU. se haya retirado oficialmente del Acuerdo de Suspensión de Tomate (TSA) pero aseguró que se seguirá exportando al vecino del norte porque «no tiene sustituto».
“No estamos de acuerdo con esta medida que toma el Departamento de Comercio de los Estados Unidos. Es un acuerdo que existe, que ya se probó retirar, que lo retiraron y lo tuvieron que volver a incorporar por los impactos que tiene en la economía y en los consumidores de Estados Unidos”, señaló la mandataria durante su conferencia de prensa matutina.
Sheinbaum subrayó, no obstante, que el tomate o jitomate nacional va a seguir exportándose “aún con el arancel, porque no tiene sustituto” enfatizó.
El lunes, el Departamento de Comercio de EE.UU. anunció que se retiraría del Acuerdo de Suspensión de la Investigación Antidumping que había estado vigente con México durante los últimos 28 años.
Los productores, que coincidieron con las autoridades mexicanas, han considerado la decisión como un retroceso que afecta negativamente a toda la cadena agroalimentaria de América del Norte.
La incertidumbre en México por los aranceles
La mandataria mexicana anticipó que la próxima semana su gobierno estaría en condiciones de anunciar las acciones que se van a desarrollar en conjunto con productores de este producto.
“No quisiera adelantar, pero son en el marco del Plan México y vamos a dar distintas opciones a los productores de jitomate en nuestro país y a seguir peleando en los Estados Unidos. Nosotros recuerden que tenemos una mesa, de aquí al 1 de agosto, y esperamos llegar a una cuota, incluido el tema del jitomate”, apuntó Sheinbaum.
Señaló, asimismo, que si el 1 de agosto no se llega a un acuerdo, se tendrán que tomar otras acciones, mientras tanto este martes el secretario de Agricultura, Julio Berdegué, se reunirá con productores para desarrollar opciones también con el cierre de la frontera al ganado mexicano.
De acuerdo con el Consejo Nacional Agropecuario (CNA), México abastece nueve de cada diez tomates que importa EE.UU., lo que equivale al 55 % de su consumo total.
El lunes, las secretarías (ministerios) de Economía y Agricultura de México calificaron la cuota como una decisión “injusta” y contraria a los intereses de los productores de ambos países, a la vez que defendieron que el terreno que ha ganado el tomate fresco mexicano en EE.UU. se deriva de la calidad del producto y no de prácticas desleales.
Además, señalaron que dos de cada tres tomates que se consumen en EE.UU. son cosechados en México, lo que hace inviable sustituir al tomate de dicho país.
Florida celebra el arancel de EE.UU. al tomate de México
Por su parte, legisladores y productores de tomate de Florida, con el 70 % de esta cosecha en EE.UU., celebran el nuevo arancel del 17 % al tomate de México, mientras congresistas y asociaciones de estados de la frontera, como Texas y Arizona, alertan de hasta 47.000 empleos en riesgo y un encarecimiento del 50 %.
La Florida Tomato Exchange (FTE), agrupación de productores que ha liderado la demanda contra el ‘dumping’ de México, aplaudió que Washington se retire del Acuerdo de Suspensión de Tomate (TSA) el lunes, al denunciar que las importaciones de este fruto desde México se han «disparado» casi 400 % en los últimos 20 años.
«Esta decisión protegerá a los laboriosos agricultores de tomate estadounidenses de las injustas prácticas comerciales mexicanas y mandará una fuerte señal de que la Administración Trump está comprometida a garantizar mercados justos», expuso Robert Guenther, vicepresidente de la FTE, en un pronunciamiento.