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Nueva ley unificará el registro de empresas y asociaciones en el CNR

El ecosistema empresarial salvadoreño podría experimentar una reestructuración significativa con la creación de la nueva Ley de Registro de Personas Jurídicas (RPJ), una propuesta que busca centralizar y modernizar los procesos de inscripción de comerciantes, asociaciones comunales y otras entidades bajo una sola plataforma administrada por el Centro Nacional de Registros (CNR).

Actualmente, los registros están distribuidos entre diversas instituciones: el Registro de Comercio atiende a empresas y comerciantes; las municipalidades inscriben a las asociaciones comunales; y el Ministerio de Gobernación gestiona las organizaciones civiles y fundaciones. Esta dispersión genera duplicidades, trámites fragmentados y mayores tiempos de gestión para los actores económicos.

Con el RPJ, el CNR se convertiría en la única entidad encargada de resguardar los actos registrales de todas estas figuras jurídicas, integrando en una sola matrícula el Registro de Comercio y el Registro de Asociaciones Comunales (RAC). Esto implicaría que las ADESCOS y organizaciones comunitarias también deberán inscribirse obligatoriamente dentro del sistema.

La propuesta contempla la incorporación de herramientas tecnológicas como libros electrónicos, firma electrónica certificada, resoluciones digitales, digitalización de documentos y plataformas automatizadas, con el fin de agilizar trámites y facilitar el acceso tanto en el país como para los salvadoreños en el exterior. Según lo expuesto, una persona jurídica —ya sea empresa, asociación o fundación— requiere una identidad legal definida, patrimonio propio y capacidad de actuación judicial, elementos que el nuevo registro busca ordenar bajo criterios uniformes.

En materia técnica, la ley incorpora principios registrales clave como rogación, legalidad, tracto sucesivo, prioridad y publicidad, destinados a fortalecer la seguridad jurídica y la trazabilidad de la información. También regula procesos internos como la organización del RPJ, responsabilidades de registradores y contadores, prohibiciones éticas, modalidades de inscripción, uso de formularios y mecanismos de subsanación o denegatoria.

De ser aprobada, la nueva ley podría representar un cambio estructural para el sector económico y comunitario, al simplificar procesos, reducir costos operativos y ofrecer un sistema más transparente y accesible que favorezca la formalización y el dinamismo de los negocios y asociaciones en el país.

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