En pleno ecuador del año, julio llega con una serie de tendencias clave que están redefiniendo el panorama empresarial en América Latina y el mundo. De la mano de tecnologías avanzadas, cambios geopolíticos y una mayor conciencia ambiental, las empresas están adaptando sus estrategias para mantenerse competitivas en un entorno que evoluciona rápidamente.
1. Inteligencia artificial personalizada y ética
Con la rápida adopción de herramientas basadas en IA generativa, como asistentes virtuales y plataformas de automatización de tareas, las compañías están apostando por modelos cada vez más personalizados, capaces de adaptarse al comportamiento y lenguaje de cada cliente.
Según un informe de McKinsey publicado este mes, el 68% de las empresas medianas en América Latina ya están implementando soluciones de IA en sus procesos de ventas, atención al cliente y recursos humanos. Sin embargo, el enfoque ético y regulatorio toma protagonismo: las organizaciones que lideran en este campo son aquellas que han establecido marcos de gobernanza claros para proteger la privacidad y evitar sesgos algorítmicos.
2. Nearshoring y relocalización estratégica
El fenómeno del nearshoring —la relocalización de operaciones hacia países cercanos al mercado de destino— continúa ganando fuerza. Empresas estadounidenses están trasladando sus cadenas de suministro hacia México, Centroamérica y Colombia, en busca de eficiencia logística y mayor resiliencia ante disrupciones globales.
En El Salvador, la Agencia de Promoción de Inversiones (InvestSV) reportó un incremento del 23% en solicitudes de empresas extranjeras interesadas en establecer centros de manufactura avanzada o hubs tecnológicos en la región, impulsados por incentivos fiscales y mano de obra calificada.
3. Sostenibilidad como ventaja competitiva
Ya no se trata solo de una responsabilidad social: la sostenibilidad es ahora un factor clave en la toma de decisiones de inversionistas y consumidores. La tendencia hacia modelos de economía circular, energías renovables y certificaciones ESG (ambientales, sociales y de gobernanza) está transformando la manera en que las empresas operan y comunican su impacto.
Durante julio, diversas compañías en sectores como moda, alimentación y tecnología han lanzado campañas que refuerzan su compromiso ambiental. Por ejemplo, marcas textiles centroamericanas están apostando por fibras recicladas y procesos de teñido sin agua, como parte de su rebranding sostenible.
4. Cultura del bienestar laboral
El liderazgo empresarial también está evolucionando. La atracción y retención de talento joven se ha convertido en prioridad, y las compañías están rediseñando sus políticas internas para promover un entorno laboral más saludable. Tendencias como la semana laboral de cuatro días, la flexibilidad horaria y los programas de salud mental se están consolidando como nuevos estándares.
Un estudio de LinkedIn reveló que el 74% de los profesionales encuestados a nivel regional priorizan el bienestar emocional y el equilibrio vida-trabajo por encima del salario al elegir un empleo.
5. Pagos digitales y fintech inclusivas
Julio también refleja el fortalecimiento de las fintech como agentes clave de inclusión financiera. Plataformas digitales de pagos, billeteras móviles y sistemas de crédito alternativos están penetrando con fuerza en mercados donde la bancarización tradicional sigue siendo limitada.
En El Salvador, el crecimiento de soluciones como Smart Accounts, criptocarteras y apps de ahorro automatizado está impulsando una nueva generación de consumidores digitales, especialmente entre jóvenes y trabajadores independientes.
Con la aceleración tecnológica, el compromiso ambiental y un enfoque más humano en el centro de la estrategia empresarial, julio de 2025 se perfila como un mes clave para repensar los modelos de negocio y apostar por una innovación más responsable. Los líderes que logren integrar estas tendencias de forma coherente serán quienes marcarán la pauta en los próximos años.