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Participación en caso contra empresarios, pone en tela de juicio a Magistrado de la CSJ

La idoneidad del cargo como Magistrado de la Corte Suprema de Justicia de Héctor Nahún Martínez, se ha puesto en tela de juicio por fuertes señalamientos en su camino profesional como servidor público y el involucramiento que ha tenido en casos emblemáticos en el país, entre estos, su papel dentro de la Fiscalía General de la República (FGR).

Uno de los señalamientos apuntan a su participación en el caso “Corruptela” en el que involucraban al Expresidente Mauricio Funes, al Exfiscal General Luis Martínez y los empresarios Enrique Rais, Hugo Blanco Rais y Aldo Parducci, que en octubre de 2018 se lanzó como el estandarte de la campaña de Douglas Meléndez para la reelección.

Precisamente una fuente de la Corte Suprema de Justicia, vinculada a la Secretaría de la Sala de lo Constitucional que solicitó la reserva de su nombre por temor a represalias confirma que el licenciado Nahun Martínez no cumplía con los requisitos de competencia y moralidad notorias al menos por dos hechos principales: el primero, basado en que al momento de ser considerado para el cargo, tenía denuncias penales activas ante la Fiscalía General de la República, las cuales habían sido promovidas por el empresario Suizo-Salvadoreño Enrique Rais, en virtud de su participación en el ejercicio de acusaciones penales en contra del Sr. Rais, basadas en prueba prohibida, como ocurrió al momento de coaccionar a otras agentes fiscales para que modificaran sus declaraciones y acusaran al empresario de haber sido favorecido por el Exfiscal General Luis Martínez.

¿Cómo alcanzó una Magistratura del máximo tribunal del país un abogado ligado a temas de oscura corrupción e impunidad?

Medios de comunicación nacional han presentado una investigación periodística donde documentan su ascenso al poder y su involucramiento, bajo la dirección del Exfiscal General, Douglas Meléndez y del Exjefe de la Unidad de Investigación Financiera Jorge Cortez Díaz.

Cercanías con Javier Argueta, Asesor Jurídico de la Presidencia

Una fuente universitaria que conoció a Javier Argueta durante su tiempo de Catedrático en el Departamento de Ciencias Políticas de la Universidad Centroamericana José Simeón Cañas (UCA), se refirió a aspectos puntuales sobre él y su relación con Nahún Martínez.

De acuerdo a la fuente, Javier Argueta utilizaba los espacios académicos en los que participaba como catedrático o como capacitador, ya fuera para encontrar “nuevos” abogados que sumar para ser sus peones y así no aparecer en ningún caso como litigante y para tener buenas “relaciones” con personas que vinieran del órgano judicial, Fiscalía o cualquier otra institución de gobierno. En este sentido, la fuente afirma que Nahún Martínez conoció a Javier Argueta aproximadamente entre los años 2011 y 2012, mientras brindada clases como catedráticos en los diplomados y maestría de la UCA. Para Argueta -continúa manifestando- siempre fue importante tener contactos en Fiscalía, independientemente que tuviera cercanía o no, con quien estuviere como Fiscal General, porque son los fiscales de la “llanura” los que tienen la información clave y los que pueden incidir en el campo de trabajo con la orientación de una investigación para cerrarla, para retirar a personas de la “ecuación” o para alterar el curso de la misma suprimiendo prueba o manipulando otra prueba, como la testimonial por ejemplo.

Es así que Nahún resultó un personaje muy disciplinado, con la característica de siempre mostrarse con
servilismo a quienes lo promueven o apadrinan, pero con la suficiente hambre de poder, para estar
dispuesto a realizar cualquier movida por turbia y contraria a derecho que sea.

“EL ARTE DE LA TRAMPA EN SU ESTIRPE”

El actual Magistrado de la Sala de lo Constitucional, pasó desde aproximadamente mediados de 2019 hasta el 30 de abril de 2021, después de su retiro de la Fiscalía General de la República, ejerciendo como abogado en su oficina profesional, despacho denominado “RATIO LEGIS” constituido juntamente con otro Exagente Fiscal que también salió por la puerta de atrás de la institución, David Alfonso Ramírez. En ese despacho se enfocaron en aceptar todas las audiencias penales posibles para poder pasar esa etapa, hasta que aparentemente vinieron tiempos mejores con la llegada de Nahún a la Sala de lo Constitucional.

Tanto Nahún como David Ramírez, conforme se cotejó con una fuente institucional de la FGR, se presentaban dentro de la entidad fiscal, como los “Fiscales más implacables” porque no se detenían a reparar sobre la legalidad o no de un acto, una diligencia o de la forma en que se obtenía la prueba, para constituir un caso penal. Pese a su juventud dadas esta características se hicieron rápido un espacio en el “Grupo de la Muerte” el más selecto equipo de fiscales creado por el Exfiscal General, Douglas Meléndez, con los que se presentó públicamente como un Grupo contra la Impunidad; no obstante, su trabajo fue el totalmente contrario, perseguir a las personas que ordenaba el Sr. Salume, de quien la fuente reconoce que era un secreto a voces institucional que el Exfiscal General Douglas Meléndez, se encontraba en “planilla”.

Nahún Martínez y David Ramírez fueron designados por el Exjefe UIF, Jorge Cortez, para que diseñarán un esquema que cerraba una investigación contra Banco Promérica, que se había aperturado con la referencia 28-UIF-2016 en virtud de hallazgos por falta de aplicación de controles de lavado de dinero. Este fin lo cumplieron de una forma totalmente ilegal, por medio de la cual terminaron creando el Caso “Corruptela” en el que involucraban al Expresidente Mauricio Funes, al Exfiscal General Luis Martínez y los empresarios Enrique Rais, Hugo Blanco Rais y Aldo Parducci, que en octubre de 2018 se lanzó como el estandarte de la campaña de Douglas Meléndez para la reelección.

Sin embargo, el caso fundado en confesiones obtenidas bajo tortura, manipulación de pruebas y un testigo criteriado que fue utilizado en distintos casos penales como única prueba, a pesar de carecer de credibilidad; además de haber utilizado a la misma Jueza 4º de Paz de San Salvador, bajo coacción de no procesarla por actos de corrupción para que avalara las confesiones y posteriormente, actuara ella misma como jueza en la audiencia inicial y decretara las detenciones provisionales contra los acusados, terminó por constituir la “vergüenza institucional más grande” de la historia de la FGR. De manera que la poca capacidad académica de Nahún y su costumbre de torcer el derecho, terminó por costarle a Douglas Meléndez la reelección.

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