En la lucha constante por despuntar los modelos de negocios, en un libre mercado, las marcas nacientes salvadoreñas que quieren posicionar sus productos y/o emprendimiento deben regirse a una tabla de precios y márgenes que un solo jugador maneja.
Una de las cadenas de supermercado más grande en El Salvador, cuya presencia en el mercado se distingue por ser la única salvadoreña en su rubro, como es Super Selectos, es el jugador que tiene una tabla de márgenes de precios a los que las marcas que buscar ser distribuidas en sus tiendas deben respetar.
Lo anterior, podría ser una acción muy al estilo Rey Salomón que limita el tema de la libre competencia; adicionando que dicho supermercado tiene su propia marca de productos de nombre Dany, donde todas sus categorías de productos tienen un precio menor al de las demás marcas.
El nacimiento de una marca bendecida
Imaginemos que somos dueños de una marca de granos básicos como arroz y frijoles, pero tenemos la facultad o poder de decirle a nuestra competencia que no pueden tener un precio menor al tuyo y que deben estar por encima de tu margen de ganancia. ¿Sería un negocio muy lucrativo o no?
Sumado a esto le dice que si no se rige a estos precios, simplemente su producto no será vendido en el supermercado líder del país. ¿Parece genial verdad?
Pues no es necesario solo imaginarlo ya que la cadena Súper Selectos lo hace, lo sigue haciendo y lo ha hecho por años. Es importante entender que la marca Dany es un modelo de negocio que funciona con la compra de producto a pequeños productores, a un margen de ganancia super bajo para ellos y que posteriormente el comprador, la empaca bajo una marca comercial, para ser vendida en sus propias tiendas.
Esto, aunque es legal, porque cae en un vacío de Ley; es una dinámica que entorpece la comercialización de los productos de emprendedores y de los pequeños productores, que se ven limitados en sacar adelante sus modelos de negocios.