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Vanlife – libertad sobre cuatro ruedas

¿Por qué gastar tanto en una casa rodante cuando puedes convertir tu minibús o furgoneta en tu propia autocaravana? El Vanlife es una tendencia de estilo de vida que está ganando cada vez más adeptos.

Hoy se supone que Tony llegará a Suiza. Tony es el nombre como cariñosamente Hauke (44 años) y Stefanie (39 años) llaman a su Citroën Jumper, que convirtieron en una autocaravana en sólo siete semanas. Quieren viajar por Europa durante un año y, desde el 8 de julio, disfrutan de su nueva vida sobre ruedas. Ya han estado en España y Francia y ahora van de camino a los Alpes.  

Una furgoneta perfectamente adaptada puede ser la mejor solución para viajar donde uno quiera y cuando quiera, de manera libre e independiente. Y lo mejor de todo, porque uno mismo lo ha construido. La idea de viajar y vivir en una caravana de forma autónoma está encontrando cada vez más adeptos y en Instagram se le conoce como #vanlife. Allí se pueden encontrar más de 10 millones de mensajes con distintas experiencias. 

La pandemia ha hecho que las cifras de ventas de vehículos recreativos se incrementaran en todo Europa. El 2021 fue el año más exitoso del sector con 106.138 nuevas patentes, situándose a la cabeza y seguido por Francia, Gran Bretaña, Países Bajos y Suiza.  Y se espera que la demanda de viajes sobre cuatro ruedas siga en alza para el 2022. Especialmente las versiones más pequeñas de estos vehículos recreativos, las Campervans. Ofrecen mucha más comodidad que una tienda de campaña, pero también más movilidad y espontaneidad que una gran autocaravana. 

Cada vez son más las personas que construyen sus propias Campervans. Oliver Lein también construyó la suya en 2017 cumplió su sueño y transformó un minibús VW T4, junto a su mujer, en algo completamente distinto. Invirtieron 12.000 euros, una ganga, considerando que la furgoneta les costó 6.000.  «Las grandes cosas surgen cuando se buscan soluciones inteligentes en los espacios más pequeños. Mi mujer y yo disfrutamos mucho trabajando en ellos. Incluso hemos incorporado una miniducha”, afirmó.  

Y es que comprar una furgoneta de segunda mano y convertirla en una furgoneta de viaje ahorra mucho dinero en comparación con la compra de una nueva. Sin embargo, tampoco es barato. Dependiendo del equipamiento, la inversión puede sumar el valor de varios viajes de larga distancia y si el vehículo se queda en casa, pagando impuestos, seguros y necesitando además de un segundo coche para la ciudad, la furgoneta puede ser un pasatiempo comparativamente costoso.

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