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Agroindustria Azucarera presentó el estudio Huella de Carbono y Huella Hídrica del azúcar

FUNDAZUCAR y la Asociación Azucarera de El Salvador presentaron los resultados de un estudio realizado por el Instituto Privado de Investigación sobre Cambio Climático (ICC) sobre la Huella de Carbono y Huella Hídrica del Sector Azucarero de El Salvador.

El sector azucarero de El Salvador está compuesto por 7,000 productores de caña y 6 ingenios azucareros. Los productores incluyen tanto miembros de cooperativas de la Reforma Agraria como productores independientes, y se dividen en un 91% de pequeños productores, un 5% de medianos y un 4% de grandes. Según el Ministerio de Agricultura y Ganadería, el cultivo de caña de azúcar representa el 12% de la superficie agrícola del país, siendo los granos básicos el mayor porcentaje con un 55% del área agrícola.

La huella de carbono se refiere a la cantidad de gases de efecto invernadero emitidos por la producción de un bien. En el caso del azúcar, la huella indica los kilogramos de CO2 equivalente por cada kilogramo de azúcar producido. De manera similar, la huella hídrica es el volumen de agua necesario para producir un bien. Estos estudios se basan en metodologías internacionales que consideran tanto el proceso agrícola como el industrial.

El estudio reveló que la huella de carbono del azúcar de El Salvador en la zafra 2021-2022 es de 0.30 kgCO2 equivalente por kilogramo de azúcar producida, una de las más bajas a nivel mundial. Las emisiones del sector azucarero representan el 1.18% de las emisiones nacionales según el inventario de gases de efecto invernadero del Ministerio de Medio Ambiente y Recursos Naturales.

La baja huella de carbono se atribuye a la eficiencia del proceso productivo, el uso eficiente de fertilizantes, la producción de azúcar por hectárea y el uso de biomasa de caña para generar energía eléctrica, entre otros factores. El estudio también reveló que la agroindustria azucarera evita la emisión de 1,137,534 toneladas de CO2 equivalente mediante la generación de electricidad a partir de la biomasa de caña, que es un combustible renovable.

En cuanto a la huella hídrica, el estudio indica que el 89% del agua utilizada en la fase agrícola proviene de la lluvia, el 9% es agua de riego y el 2% es el volumen de agua necesario para asimilar la carga química. El cultivo de caña de azúcar tiene una huella hídrica menor y requiere menos agua por tonelada de azúcar en comparación con otros cultivos. La Huella Hídrica del azúcar de El Salvador es un 42% menor que la huella hídrica mundial.

La agroindustria azucarera de El Salvador es el primer sector en realizar estudios a nivel gremial que contribuirán a cuantificar las contribuciones del país en materia de cambio climático.

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