El Banco Central de Reserva (BCR) proyecta un crecimiento del 4 % en las remesas familiares para el cierre de 2024, alcanzando un nuevo récord de más de $8,500 millones.
El año pasado, las remesas superaron los $8,181 millones, lo que implica que se espera un ingreso adicional de $327 millones este año. Esta proyección sigue la tendencia de crecimiento del 4.6 % reportada en 2023.
A pesar de esta expectativa optimista del BCR, el centro de pensamiento Diálogo Interamericano ha presentado una proyección más moderada, anticipando un crecimiento del 3.2 %, con remesas que superarían los $8,347 millones.
Douglas Rodríguez, presidente del BCR, atribuye este aumento en las remesas a una mayor cantidad de envíos por parte de la diáspora, así como a la preferencia por enviar remesas en efectivo para evitar comisiones.
Las remesas representan un pilar fundamental en la economía salvadoreña, llegando al 24 % de los hogares y estimulando la demanda interna de las empresas. En 2023, estas representaron el 23.7 % del Producto Interno Bruto (PIB), superando en un 20 % las exportaciones. Este alto porcentaje en el PIB sitúa a El Salvador como uno de los países más dependientes de las remesas en América Latina, solo por detrás de Honduras y Nicaragua.
Sin embargo, los primeros meses de 2024 muestran un crecimiento más lento en comparación con años anteriores. Entre enero y febrero, el país recibió más de $1,218 millones en remesas, con un crecimiento del 1.3 %, la tasa más baja en la última década y cuatro veces menor que el 5.4 % reportado en 2023.
A nivel nacional, la remesa promedio por hogar es de $313.9, pero en Chalatenango se eleva a $402.4, superando el salario mínimo vigente para el sector industrial ($365).