El Tesla Cybertruck, una apuesta futurista del magnate Elon Musk, ha terminado por consolidarse como uno de los mayores fracasos de la industria automotriz en décadas.
Lanzado con bombos y platillos, el Cybertruck prometía revolucionar el mercado de las camionetas eléctricas con un diseño de acero inoxidable digno de una película de ciencia ficción, potencia descomunal y tecnología de punta. Sin embargo, tras poco más de un año en el mercado, el balance es poco menos que desastroso.
Con un peso de 3,000 kilos y un precio base de $82,000 muy lejos de los $39,900 prometidos en 2019, el vehículo ha enfrentado serios problemas de calidad, retiradas masivas del mercado y un diseño tan polarizante que se ha convertido en blanco de burlas. Solo en el último año, ha enfrentado ocho llamados a revisión, el más reciente debido a paneles que literalmente se desprenden de la carrocería.

Las cifras hablan por sí solas: Tesla vendió menos de 40,000 unidades del Cybertruck en 2024, muy por debajo de las 250,000 anuales que Musk auguraba. A modo de comparación, el tristemente célebre Ford Edsel logró vender 63,000 unidades en su primer año. Para muchos expertos, la camioneta de Tesla ya ha superado al Edsel como símbolo del fracaso automotor.
“El Cybertruck es un cambio radical y un gran fracaso”, sentenció Eric Noble, presidente de la consultora CARLAB. “Carece de empatía para el comprador real de camionetas. No cumple con lo que este público exige: utilidad, resistencia, confianza”.
La situación se agrava por el hecho de que Tesla adaptó su Gigafábrica en Austin para producir hasta 250,000 unidades anuales del Cybertruck, una inversión millonaria que hoy parece difícil de recuperar. A esto se suma la imposibilidad de exportarlo a muchos mercados internacionales, ya que no cumple con normativas de seguridad peatonal, lo que limita sus ventas al mercado estadounidense.
El diseño del vehículo, una mezcla de estética sci-fi y decisiones de ingeniería orientadas a reducir costos (como no incluir pintura), terminó jugando en su contra. El acero inoxidable no solo deja marcas visibles con facilidad, sino que también presenta complicaciones para la fabricación, doblado y ensamblado.
El debut del Cybertruck en 2019 ya presagiaba lo que vendría: durante la presentación, Musk intentó demostrar la resistencia de las ventanas lanzando una bola de acero… que terminó rompiéndolas.
Sumado a todo esto, la caída del 13% en las entregas totales de Tesla en el primer trimestre de 2025 refleja una desaceleración global para la compañía, que no ha sabido capitalizar la expectativa generada por el Cybertruck.
Hoy en día, unidades usadas del vehículo pueden encontrarse por menos de $70,000, una caída abrupta en el precio que refleja tanto la baja demanda como la creciente percepción de que el Cybertruck no cumple con lo que prometió.

El mercado de las camionetas grandes sigue dominado por los clásicos fabricantes de Detroit Ford, GM, que entienden profundamente a su base de clientes. En cambio, Musk lanzó su camioneta al segmento más competitivo del mercado, con un producto que, aunque innovador, carece de lo esencial: practicidad y confiabilidad.
“Si hay algo que los Tres Grandes saben hacer, son pickups”, concluyó Glenn Mercer, consultor del sector. “Tesla lanzó el Cybertruck justo en el corazón del territorio más difícil de conquistar, y falló rotundamente”.
El Cybertruck pasará a la historia no por su éxito comercial, sino por ser el recordatorio más reciente de que la innovación sin empatía, sin entender al usuario, rara vez tiene un buen destino.