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Día del Ahorro 2025: ahorro en alza y retos económicos en El Salvador

Este 31 de octubre de 2025, al conmemorar el Día Mundial del Ahorro, la economía salvadoreña plantea una dualidad que merece atención: por un lado, un crecimiento visible del ahorro formal en el sistema bancario; por otro, retos estructurales que podrían limitar el aprovechamiento pleno de esta tendencia.

Según datos de la Asociación Bancaria Salvadoreña (ABANSA), al cierre de junio de 2025 los depósitos bancarios en El Salvador alcanzaron los US$ 18 193,8 millones, con un incremento anual del 15,9 %. En esa estructura, las cuentas a la vista representaban el 61,2 % (US$ 12 542 millones) y los depósitos a plazo el 37 % (US$ 7 588 millones).

Este aumento de los depósitos indica una mayor confianza de los salvadoreños en el sistema bancario, así como una mayor acumulación de recursos líquidos en la economía nacional. Pero esta señal positiva debe leerse con cautela: el crecimiento del ahorro formal no necesariamente se traduce automáticamente en una mejora de la previsión financiera de los hogares o en una mayor inversión productiva.

Por ejemplo, pese al volumen de depósitos, las tasas de interés pasivas para cuentas de ahorro en El Salvador siguen siendo muy bajas alrededor de 0,03 % para montos hasta US$ 1 000, según datos de la Superintendencia del Sistema Financiero (SSF) en abril de 2025 lo que limita el incentivo real de crecimiento del capital.

Asimismo, desde el punto de vista institucional, el país enfrenta desafíos que podrían afectar la sostenibilidad de ese ahorro. Por ejemplo, el Banco Central de Reserva de El Salvador (BCR) reporta que el Estado salvadoreño adeuda a los fondos de pensiones una cifra que supera los US$ 10 970 millones al 2025, lo que implica que los aportes de los trabajadores para su jubilación están siendo usados, en efecto, como financiamiento público. En ese contexto, construir una cultura de ahorro no sólo implica incrementar los montos depositados en bancos, sino garantizar que esos fondos tengan destino rentable, transparente y seguro para los ahorradores.

En este Día Mundial del Ahorro, el mensaje para el ciudadano salvadoreño debe ser doble. Primero: aprovechar las oportunidades que el sistema financiero formal ya está brindando una tendencia creciente de captación de depósitos que puede traducirse en mayor estabilidad económica personal. Y segundo: reconocer que el ahorro por sí solo no es suficiente sin una estrategia de rendimientos, diversificación y previsión; por ejemplo, ahorrar para la jubilación, para imprevistos y para inversiones que generen valor. En ese sentido, la articulación entre políticas públicas de educación financiera, productos bancarios accesibles y mecanismos de inversión inclusivos será esencial para que el ahorro deje de ser un mero saldo en una cuenta y se convierta en palanca del bienestar individual y colectivo.

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