Intel Corp., el gigante de la tecnología, ha asegurado un subsidio de casi US$11.000 millones por parte del Gobierno alemán para la construcción de un complejo de fabricación de chips en el este del país, según fuentes familiarizadas con el asunto. El proyecto, que inicialmente estaba programado para comenzar el año pasado pero se retrasó debido a las dificultades económicas, ahora está en marcha gracias a la inyección de fondos.
La planta, que se ubicará en Magdeburgo, había recibido anteriormente €6.800 millones (US$7.200 millones) en ayudas gubernamentales. Sin embargo, Intel había estado solicitando más fondos para hacer frente a los desafíos económicos actuales. En respuesta, Alemania ha expresado su disposición a otorgar aproximadamente €10.000 millones en subsidios adicionales como parte de las negociaciones en curso.
Las discusiones sobre los subsidios aún se encuentran en curso y se espera que continúen hasta el fin de semana. Se prevé que un anuncio oficial se realice el próximo lunes, según una fuente cercana al asunto. El canciller alemán, Olaf Scholz, expresó su satisfacción ante la noticia, destacando la importancia de las inversiones en el sector de los semiconductores en Alemania.
Bajo el liderazgo del director ejecutivo, Pat Gelsinger, Intel está llevando a cabo una estrategia de construcción masiva para recuperar su posición de liderazgo en la industria y diversificar los centros de fabricación de componentes críticos, actualmente concentrados en el este de Asia. Magdeburgo se perfilaba como una de las ubicaciones principales para esta expansión, habiendo superado a otras ciudades europeas. Sin embargo, los altos precios de la energía y la inflación han aumentado los costos de construcción y materiales, lo que ha llevado a Intel a buscar una mayor financiación.
Tanto Intel como los Ministerios de Economía y Finanzas de Alemania se han negado a hacer comentarios al respecto. Sin embargo, se ha revelado que el Gobierno alemán está dispuesto a otorgar más subsidios estatales a Intel, siempre y cuando la compañía incremente significativamente su inversión global en la fábrica. La ayuda estatal se otorgará a través de diversos mecanismos, incluida la limitación de precios.
Inicialmente, Intel estimó que el proyecto en Alemania costaría €17.000 millones, pero ahora se espera que la inversión alcance los €30.000 millones, según fuentes cercanas a la situación. Se espera que alrededor del 40% del proyecto sea subvencionado a través de financiamiento público, al igual que otros proyectos respaldados por la Ley de chips de la UE. Además de la expansión en Alemania, Intel anunció el año pasado inversiones en Europa valoradas en €33.000 millones, que incluían un centro de investigación en Francia y la ampliación de su planta de chips en Irlanda.
Estos planes de expansión se han enfrentado a retrasos, justo cuando Estados Unidos está presionando a otras naciones para que ayuden a contrarrestar el avance