Panamá ha dado pasos positivos en materia fiscal, aunque todavía no son suficientes para estabilizar sus métricas financieras, afirmó este martes Moody’s, agencia internacional de calificación crediticia. El país centroamericano mantiene su calificación de deuda soberana en BAA3 con perspectiva negativa.
Durante la Conferencia Moody’s Inside LatAm Panama 2025, el vicepresidente senior de Análisis de Moody’s, Renzo Merino, destacó que, pese a los avances, aún no se logra consolidar una trayectoria de déficit menor que asegure la estabilidad fiscal.
“Hemos visto pasos positivos este año, pero hasta ahora no son suficientes para consolidar esa trayectoria de déficit menor y estabilizar los números”, dijo Merino en rueda de prensa.

Entre los avances mencionados por el analista se encuentra la reforma de la Caja del Seguro Social (CSS), aprobada con el consenso del Parlamento, pese a la resistencia de sectores sindicales que protagonizaron un paro prolongado, afectando parcialmente la educación pública y totalmente la industria bananera.
Merino indicó que, de no haberse concretado esta reforma pensional, el problema fiscal de Panamá habría crecido “de manera exponencial”, lo que dificultaría mantener el grado de inversión del país.
La calificación BAA3 con perspectiva negativa, explicó el analista, implica que existe la posibilidad de una rebaja si no se observan medidas suficientes para estabilizar el perfil crediticio del país.
“Cuando vimos el déficit de Panamá el año pasado (7,3 %), la situación se había deteriorado significativamente. La pregunta era si habría un cambio en el manejo fiscal hacia un enfoque más proactivo, distinto al registrado entre 2019 y 2024”, detalló Merino, al explicar el cambio de la perspectiva de estable a negativa en noviembre de 2024.
Entre julio de 2019 y junio de 2024, durante la administración de Laurentino Cortizo (PRD), la deuda pública casi se duplicó, pasando de 26.000 a 50.000 millones de dólares.
Merino sostuvo que la actual administración del presidente José Raúl Mulino heredó “una posición fiscal muy complicada” y que Moody’s estará atenta a las próximas medidas presupuestarias que se implementen para frenar el gasto y aumentar los ingresos, determinando si serán suficientes para mantener el grado de inversión.