La población de personas mayores de 65 años en América Latina y el Caribe se duplicará en las próximas dos décadas y media, alcanzando los 138 millones para 2050, según el informe Observatorio Demográfico 2024 publicado por la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL). Este grupo pasará de representar el 9,9 % de la población regional en 2024 al 18,9 % en 2050, en un contexto marcado por el envejecimiento acelerado y la caída de las tasas de fecundidad.
“Es fundamental promover un envejecimiento saludable y garantizar sistemas de salud y protección social accesibles, especialmente para los grupos de menor ingreso”, destacó José Manuel Salazar-Xirinachs, secretario ejecutivo de la CEPAL. Además, subrayó la necesidad de abordar la sobrecarga de cuidados que recae principalmente en las mujeres, quienes asumen el cuidado tanto de niños como de adultos mayores.
El envejecimiento afectará particularmente a países como Chile y Costa Rica, mientras que el crecimiento poblacional de la región está por debajo de lo previsto. Según el informe, en 2024 la población de América Latina y el Caribe alcanzará los 663 millones, un 3,8 % menos que las proyecciones hechas en el año 2000, que estimaban 689 millones de habitantes.
Esta transición demográfica también ha transformado la estructura etaria. En 1950, el 41 % de la población regional tenía menos de 15 años; en 2024, esa proporción se ha reducido al 22,5 %. En cambio, la población en edad laboral (15-64 años) ha crecido del 55,6 % en 1950 al 67,6 % en la actualidad.
La CEPAL advierte que estos cambios plantean desafíos sociales y económicos significativos para una región cuya economía enfrenta una desaceleración. En 2023, el crecimiento económico cerró en un modesto 2,2 %, y la previsión para 2024 es aún más baja, situándose en 1,8 %.
Con una mediana de edad que pasará de 31 años en 2024 a 40 años en 2050, América Latina deberá adaptarse a un panorama donde el envejecimiento será cada vez más central en las políticas públicas.