La venta de los puertos del Canal de Panamá, operados previamente por el conglomerado hongkonés CK Hutchison, a la firma estadounidense BlackRock ha desatado una serie de tensiones geopolíticas entre Estados Unidos y China. La transacción, que podría generar ingresos por 19.000 millones de dólares para el gigante asiático, ha enfurecido al presidente chino Xi Jinping, quien considera que la operación atenta contra los intereses nacionales de China.
Según el periódico estadounidense Wall Street Journal, el acuerdo, que implica la venta del 90% de las participaciones de CK Hutchison en los puertos de Balboa y Cristóbal, ha sido recibido de manera muy negativa en Pekín. Las autoridades chinas, en respuesta, han iniciado una investigación para evitar que la venta se lleve a cabo. Fuentes cercanas a la investigación, citadas por la agencia Bloomberg, afirman que varios organismos, incluida la Administración Estatal de Regulación del Mercado, han recibido instrucciones para buscar posibles violaciones de seguridad o infracciones relacionadas con las normativas antimonopolio.
Este acuerdo se produce en un contexto de creciente rivalidad entre Washington y Pekín. Durante meses, el presidente estadounidense Donald Trump había presionado para “recuperar” el Canal de Panamá, argumentando que no se podía permitir que China incrementara su influencia en la región estratégica. La venta a BlackRock, un fondo estadounidense, podría significar para Pekín una pérdida de influencia en un punto crucial para el comercio global.
El conglomerado CK Hutchison, que tiene un valor de mercado de aproximadamente 23.213 millones de dólares, ha intentado desvincular las presiones políticas de Trump de la venta, asegurando que se trata de una operación comercial legítima. A pesar de las tensiones, la operación sigue adelante y marcaría una nueva etapa en las dinámicas de poder global, reflejando las complejas relaciones comerciales y geopolíticas que envuelven al Canal de Panamá.
Li Ka-shing, propietario de CK Hutchison y una de las figuras más ricas de Asia, sigue siendo una figura clave detrás de la empresa, cuya fortuna personal está valorada en unos 38.300 millones de dólares según Forbes.