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Generan empleos y bienestar para familias del Pital, Chalatenango

Enamorado de El Salvador de sus paisajes y de su gente Frank Giustra, Filantropo Global expresó que motivará a sus amigos a invertir en el país. Desde hace 8 años invierte su fortuna en proyectos que generan empleos directos en 11 mil agricultores de Chalatenango y actualmente busca triplicar la cantidad de beneficiados.   

Las principales beneficiadas son mujeres, la fundación Acceso que impulsa Guistra en Colombia, Haití y en nuestro país potencia las capacidades técnicas de los agricultores, les provee insumos para cultivar y sobre todo les consigue quién compre sus productos.

Y para conocer los resultados de 8 años de trabajo de la Fundación Acceso, que trabajan a través de Fundación Clinton Giustra Slim Enterprise Partnership, el filántropo canadiense Frank Giustra visitó los centros de producción en El Pital Chalatenango.

Así mismo, Frank Giustra explicó que su objetivo es trabajar por los agricultores de Chalatenango para ayudarles a mejorar su calidad de vida y que tengan mejores ingresos y sacarlos de la pobreza. Se entrena a los agricultores, asistencia técnica, les damos insumos agrícolas y les hacemos enlaces para que vendan sus productos.

“Con la fundación Acceso tenemos 11 mil agricultores beneficiados durante estos 8 años, y tenemos planificado aplicarlo a 30 mil en la región Centroamericana, este proyecto será mi legado, lo que estamos logrando acá es un proyecto replicable en toda América Latina” Expresó Giustra cuando dio declaraciones a los medios de comunicación.

Actualmente la Fundación  Acceso trabaja con agricultores de Colombia, Haití y El Salvador. 

Según Frank Guistra el programa más exitoso es El Salvador y lo usarán de punta de lanza para llevarlo a otros países para contribuir a mejorar la vida de lugares con menos oportunidades de desarrollo.  

La llegada de la Fundación Acceso y la construcción de un centro de acopio en dónde se concentra la mayoría de la producción de tomate, lechuga y cebolla. Significó un alivio económico para muchas familias ya que accedieron a un ingreso quincenal y prestaciones como seguro social, antes se dedicaba siempre a cultivar verduras pero el producto se arruinaba en el camino y le significaba mucha pérdida.

“Según comenzamos a trabajar la producción fue creciendo, al principio solo eramos 7 personas y unos cuantos ingenieros, pero cuando vieron que no dábamos abasto contrataron más personas y comenzaron a vender a los supermercados” explica Mabel Pacheco beneficiada de la Fundación Acceso.

El Pital en Chalatenango, no solo es el punto más alto de El Salvador, también es un lugar muy lejano lo que dificulta a los productores vender los productos que cultivan y también es complicado conseguir un empleo formal. Pero para Mabel Pacheco Tejada que trabaja con la Fundación Acceso desde el primer día de su funcionamiento en El Salvador hace ocho años, esto le cambió su vida totalmente.         

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