La Cámara de Comercio e Industria de El Salvador (Camarasal) lanzó una alerta el pasado martes sobre las repercusiones de la crisis en puertos de Estados Unidos, que se intensificó la semana pasada, y que podría perjudicar el flujo comercial salvadoreño.
Karla Méndez, jefa de Asuntos Económicos de Camarasal, afirmó que la huelga de estibadores no ha finalizado, sino que se encuentra en una pausa, lo que exige al sector empresarial mantenerse en estado de alerta. “Esta huelga tuvo una pausa pronta el 3 de octubre, pero es importante mencionar que es un momento donde se van a retomar las negociaciones. Es fundamental que el sector empresarial esté alerta”, expresó Méndez durante una entrevista en YSKL.
La situación en los puertos de EE. UU. ha tenido un impacto significativo, según Néstor Canizales, presidente del Comité de Transporte y Logística de Camarasal, quien señaló que la paralización de la semana pasada causó pérdidas diarias de aproximadamente $5,000 millones. De estos, una parte considerable se dirige hacia Centroamérica y El Salvador, con un total de 75,000 contenedores que no se operarían.

Estados Unidos es el principal socio comercial de El Salvador, con datos del Banco Central de Reserva (BCR) que indican que de los $4,319.4 millones exportados en los primeros ocho meses del año, un 34 % tuvo como destino el mercado estadounidense. A nivel de importaciones, el 28.8 % de los $10,453.3 millones adquiridos provienen de EE. UU.
Canizales también mencionó que la situación podría mejorar a partir de enero de 2025, cuando se espera que los estibadores firmen un nuevo convenio con las empresas logísticas. Sin embargo, advirtió que la crisis en puertos no es el único desafío que enfrentan los empresarios.
El presidente del Comité destacó que la mayoría del comercio mundial (90 %) se mueve por vía marítima, lo que significa que los problemas en este sector impactan directamente en el comercio salvadoreño.
Además, se reportan estancamientos en el Puerto de Acajutla, y otros puertos de México han suspendido la recepción de mercancía debido a la falta de capacidad. Problemas adicionales, como la reducción en los niveles de agua del Canal de Panamá, han retrasado el tránsito de barcos, mientras que la crisis en el mar Rojo ha llevado a desviaciones de rutas que generan atrasos de hasta 11 días.
Por otro lado, la Cámara también señaló que el tiempo de tránsito de mercancía desde Asia ha incrementado de 35 a un mínimo de 60 días, lo que agrava aún más la situación.
A pesar de estos desafíos, Camarasal ve con buenos ojos la inversión de más de $1,600 millones que el grupo turco Yilport realizará en los puertos de Acajutla y La Unión, esperando que la primera fase de la obra de infraestructura se complete este año.