En su más reciente boletín, el Instituto de Investigaciones Económicas (INVE) analizó el panorama financiero global entre el 16 de junio y el 2 de julio de 2025, destacando una combinación de tensiones geopolíticas, incertidumbre económica y medidas arancelarias que mantienen en vilo a los mercados internacionales.
Según el informe, los conflictos bélicos entre Rusia y Ucrania, así como la frágil tregua entre Israel e Irán, han impulsado la demanda por activos refugio como el oro y la plata, al tiempo que el petróleo ha mostrado un comportamiento volátil. A pesar de este escenario de incertidumbre, los principales índices bursátiles evidenciaron altibajos, con una ligera recuperación impulsada por el sector tecnológico y la expectativa de políticas monetarias más laxas, aunque todavía marcados por una fuerte aversión al riesgo.
Entre los factores que más han influido en la volatilidad se encuentra la propuesta de reforma fiscal del presidente Donald Trump, que contempla un impuesto del 1 % a las remesas y nuevos aranceles a varios socios comerciales. Las tensiones internas entre el Ejecutivo estadounidense y la Reserva Federal, sumadas a las amenazas de guerras comerciales con países como Japón, Canadá y miembros de la Unión Europea, han contribuido a un ambiente de inestabilidad.
El boletín resalta que los índices estadounidenses —Dow Jones, S&P 500 y Nasdaq 100— mostraron fases de recuperación impulsadas por el auge de la inteligencia artificial y las expectativas de recortes en las tasas de interés. No obstante, los mercados cerraron con cautela ante los mensajes contradictorios desde Washington. Por su parte, los índices europeos como el Eurostoxx 50 y asiáticos como el Nikkei 225 y el SSE Composite también registraron comportamientos mixtos, reflejando la sensibilidad ante cualquier movimiento comercial o político relevante.
Entre los activos digitales, Bitcoin y Ethereum mostraron repuntes importantes tras caídas iniciales, respaldados por rumores de adquisiciones, mejoras tecnológicas y un creciente interés institucional ante la debilidad del dólar.

El impacto de la nueva política arancelaria en El Salvador
El boletín de INVE también centró su análisis temático en las consecuencias de la política arancelaria de Estados Unidos, que entrará en vigor a partir del 1 de agosto. Esta decisión contempla gravámenes de hasta el 40 % sobre productos originarios de Asia, África y Eurasia, lo que podría alterar drásticamente las cadenas de suministro global.
Para El Salvador, cuyas exportaciones dependen en gran medida del mercado estadounidense, esta política representa un riesgo considerable. Productos clave como el café y el azúcar podrían enfrentar una menor demanda exterior, afectando la producción nacional, los niveles de inversión y el empleo. Además, la incertidumbre para las empresas exportadoras podría obligarlas a rediseñar sus estrategias, explorar nuevos mercados y adaptarse a normas más exigentes de comercio internacional.
Pese a este panorama desafiante, INVE sugiere que el contexto también ofrece oportunidades para diversificar la oferta exportadora, aprovechar tratados de libre comercio existentes y fortalecer la competitividad de los sectores productivos salvadoreños.
Finalmente, el boletín aclara que su propósito no es ofrecer asesoría financiera, sino proporcionar insumos educativos para fortalecer el análisis económico y financiero, especialmente en el ámbito académico.

 
         
           
                           
                           
                           
                           
                           
                           
                           
                           
                           
                           
                           
                           
                           
                           
                          
