El grupo turco Yilport Holding inició la operación de los puertos de Acajutla y La Unión, en El Salvador, como parte de una sociedad de economía mixta que también involucra a la Comisión Ejecutiva Portuaria Autónoma (CEPA). La iniciativa tiene como objetivo la modernización de ambas terminales marítimas y el fortalecimiento del sistema portuario salvadoreño.
A través de sus redes sociales, CEPA anunció el traspaso de las operaciones, destacando que «hoy damos inicio a las operaciones de la Unión Portuaria del Pacífico, un avance clave que nos permitirá contar con un sistema portuario eficiente, sostenible y competitivo a nivel global».
Sociedad de economía mixta
El modelo de sociedad de economía mixta permite a CEPA y Yilport tener participación activa en la toma de decisiones. De acuerdo con declaraciones previas del presidente de CEPA, Federico Anliker, la institución posee un 20 % de participación en la junta directiva de la sociedad. Esta estructura también incluye «cláusulas» que garantizan al Gobierno salvadoreño derechos de voto en la dirección, así como la posibilidad de imponer sanciones y presidir el contrato en caso de que se detecten abusos.
Inversiones millonarias
El proyecto de Yilport incluye una inversión total de $1,615 millones que se ejecutará a lo largo de las próximas décadas. En la fase inicial, se destinarán $50 millones para atender las necesidades urgentes del puerto de Acajutla, como la rehabilitación del frente de atraque y la adquisición de equipos de carga. Posteriormente, se desplegará una primera fase de $659 millones para la construcción de un nuevo muelle e infraestructura en Acajutla. De esta cantidad, $75 millones se destinarán al puerto de La Unión para dragado y adquisición de grúas.
La fase final contemplará una inversión de $906 millones, destinada a la construcción de un segundo muelle en Acajutla, la adquisición de equipos de carga, la habilitación de un nuevo patio de contenedores, la implementación de tecnologías avanzadas y la construcción de edificios, almacenes y bodegas.
Impacto económico y competitividad
El Gobierno salvadoreño ha enfatizado que esta alianza con Yilport busca no solo modernizar las terminales marítimas, sino también posicionar al país como un hub logístico regional. Se espera que la mejora de la infraestructura portuaria impulse la competitividad económica nacional y fortalezca la posición de El Salvador en los mercados internacionales.
Con la Unión Portuaria del Pacífico en marcha, el país busca consolidar un sistema portuario eficiente, sostenible y competitivo, con la proyección de crecimiento a largo plazo para ambas terminales. Las operaciones de Yilport se extenderán por un periodo de 50 años, durante el cual se espera una transformación significativa en la capacidad y eficiencia de los puertos salvadoreños.