El Banco Interamericano de Desarrollo (BID) dio luz verde a un financiamiento por $170 millones destinado a transformar la infraestructura urbana y fortalecer la actividad económica en dos zonas estratégicas de El Salvador: Santa Tecla y La Libertad. La inversión está orientada a la modernización de mercados municipales, la rehabilitación de áreas públicas y la dinamización de pequeños negocios.
De acuerdo con el organismo, una de las principales apuestas será la renovación integral de los mercados de ambos distritos, incorporando criterios de accesibilidad universal y adaptación al cambio climático. Además, se prevén intervenciones en calles, plazas, parques y zonas verdes, con el propósito de ofrecer espacios más seguros y atractivos tanto para los residentes como para los visitantes.
El programa también incluye medidas de apoyo directo a la micro y pequeña empresa. Se espera beneficiar a unos 2,000 comerciantes —1,500 en Santa Tecla y 500 en La Libertad— mediante capacitaciones, herramientas digitales y soluciones de pago que impulsen la competitividad e inclusión financiera.
El alcance del proyecto se traduce en beneficios inmediatos para más de 4,000 habitantes de las zonas intervenidas y en un impacto indirecto de mayor magnitud, ya que aproximadamente 3.8 millones de visitantes anuales a La Libertad podrán disfrutar de espacios renovados con estándares de seguridad y calidad mejorados.
El BID precisó que los recursos también estarán enfocados en fortalecer las capacidades administrativas y financieras de los municipios involucrados, con el fin de garantizar un desarrollo urbano ordenado y sostenible en el largo plazo. El préstamo contará con un plazo de amortización de 25 años, un período de gracia de 5.5 años y una tasa de interés vinculada al Secured Overnight Financing Rate (SOFR).
Este respaldo se suma a la operación aprobada en marzo de 2025 por $500 millones, destinada a sostener la estabilidad macroeconómica y fiscal del país, en coordinación con el Fondo Monetario Internacional (FMI). De esta manera, la multilateral consolida una estrategia dual: apoyar la disciplina financiera nacional y, en paralelo, fomentar proyectos de infraestructura local que fortalezcan el tejido social y económico de las comunidades.
Con estas iniciativas, el BID busca no solo apuntalar la estabilidad del Estado salvadoreño, sino también estimular un crecimiento territorial inclusivo y crear condiciones más favorables para la inversión privada y el bienestar ciudadano.


