En un mundo marcado por la inflación, el sobreendeudamiento y los cambios económicos constantes, adquirir educación financiera ya no es un lujo, sino una necesidad. Aprender a gestionar el dinero de forma consciente permite tomar decisiones más acertadas y construir un futuro económico más estable.
Según un estudio de la OCDE, menos del 40% de los adultos en América Latina tiene conocimientos básicos sobre finanzas personales. Esta falta de preparación se refleja en problemas como el uso inadecuado del crédito, la ausencia de ahorro y la vulnerabilidad ante emergencias económicas.

Ante este panorama, expertos en finanzas personales recomiendan cinco claves fundamentales para fortalecer la educación financiera:
- Presupuesta tus ingresos y egresos: Llevar un control mensual de lo que ganas y gastas es el primer paso para detectar fugas de dinero y ajustar hábitos de consumo. Existen apps y plantillas digitales que pueden facilitar esta tarea.
- Ahorra con propósito: Destinar al menos el 10% de los ingresos al ahorro puede marcar la diferencia. Ya sea para una emergencia, una meta a mediano plazo o la jubilación, ahorrar debe ser un hábito constante.
- Evita el sobreendeudamiento: Utilizar el crédito de forma inteligente implica conocer las tasas de interés, evitar pagos mínimos en tarjetas y no adquirir deudas que superen tu capacidad de pago.
- Invierte en tu futuro: Más allá del ahorro, aprender a invertir —aunque sea con montos pequeños— permite generar rendimientos y proteger el valor del dinero a largo plazo.
- Edúcate constantemente: Existen cursos gratuitos, libros y recursos digitales que ayudan a mejorar los conocimientos financieros. Invertir tiempo en aprender sobre finanzas es invertir en bienestar.
“Una persona financieramente educada no solo mejora su calidad de vida, sino que contribuye a una economía más sólida y resiliente”, afirma Carlos González, asesor en finanzas personales.
La educación financiera comienza con pequeños cambios y decisiones conscientes. El momento para empezar es ahora.