El presidente del Banco Interamericano de Desarrollo (BID), Ilan Goldfajn, afirmó este martes que poner el foco en proyectos de formación que generen empleo de calidad y apoyar a las pequeñas y medianas empresas es fundamental para crear las condiciones que eviten que los ciudadanos tengan que migrar de Latinoamérica.
«La gente deja sus países básicamente por razones económicas. Entonces, lo que se necesita es darles ideas y mejorar sus vidas para que se queden en sus comunidades», apuntó el brasileño en una charla organizada por medios de comunicación en Washington.
En un momento complejo para el desarrollo de la región por la actual coyuntura económica derivada de la guerra de Ucrania y la alta inflación, es fundamental dirigir los proyectos hacia la mejora de las condiciones básicas de vida de los ciudadanos (infraestructuras, por ejemplo), pero también hacia el fomento de proyectos que les proporcionen «habilidades para que tengan la oportunidad de tener trabajos y contribuir con sus ingresos a su comunidad», consideró.
Asimismo, afirmó, ayudar a las pequeñas y medianas empresas a través del brazo financiero del Grupo BID, BID Invest, es también prioritario ya que se consigue una gran repercusión, generando puestos de trabajo.
«Las organizaciones de desarrollo pueden ayudar a concentrarse en las causas fundamentales, en los síntomas de la enfermedad», señaló Goldfajn en un foro, bautizado como EFE Dialogues, donde hizo un análisis de los principales retos de la región, acompañado del asesor principal para Latinoamérica de la Casa Blanca, Juan González, y de la analista del Centro Wilson Cynthia Arnson.
Entre esos desafíos están la adaptación al cambio climático ante el aumento de los desastres naturales y el desarrollo de una economía verde, algo en lo que América Latina está «muy bien posicionada», indicó el responsable del BID, porque tiene «los recursos naturales, tienes la posibilidad de generar energía limpia», por ejemplo.
Goldfajn defendió que entre los esfuerzos del BID está el fomento de los lazos entre el sector público y privado, en una charla en la que González afirmó que comparte la visión de la institución multilateral de invertir en las economías de la región para frenar la inmigración.
En su presupuesto para este año, el presidente de EE.UU., Joe Biden, destinó una partida de 430 millones de dólares para ayudar a los países del continente americano a gestionar los flujos migratorios y 75 millones son para el BID, del que Washington ya es el máximo accionista.