El Salvador produjo 41 millones de kilogramos de residuos electrónicos en 2022, de acuerdo con el informe “Monitor mundial de desechos electrónicos 2024”, del Instituto de las Naciones Unidas para la Formación Profesional e Investigaciones (Unitar). Sin embargo, solo 500,000 kilogramos fueron documentados como recogidos y reciclados, lo que representa apenas el 1.21 % del total generado en el país.
El documento revela que los residuos electrónicos en El Salvador han crecido rápidamente, con un incremento cinco veces mayor que el reciclaje a nivel mundial. A nivel regional, el país se ubica como el cuarto mayor generador de residuos electrónicos en Centroamérica, por debajo de Guatemala (92 millones de kilogramos), Costa Rica (66 millones) y Panamá (54 millones). En comparación, Honduras y Nicaragua produjeron 36 y 21 millones de kilogramos, respectivamente.
Desafíos en el reciclaje electrónico
El reciclaje de estos desechos sigue siendo un gran desafío. Costa Rica lidera la región con un índice de reciclaje del 8.7 %, lo que representa la reutilización de 5.8 millones de kilogramos de residuos electrónicos. En contraste, El Salvador, Guatemala, Panamá, Honduras y Nicaragua reciclan menos del 2 % de lo que generan. El caso más crítico es el de Panamá, donde solo el 0.18 % de los residuos son reciclados.
El informe también alerta sobre el crecimiento constante de los residuos electrónicos a nivel global, proyectando que para 2030 se generarán 82 millones de toneladas de estos desechos, un incremento del 32 % respecto a las cifras de 2022.
Iniciativas locales y legislación pendiente
En Centroamérica, El Salvador, Guatemala, Honduras, Nicaragua, Belice y Panamá aún carecen de legislaciones específicas que regulen el manejo de residuos electrónicos peligrosos. No obstante, el informe destaca el avance en normativas de salud y seguridad ambiental, especialmente en El Salvador y Costa Rica.
En este contexto, El Salvador ha desarrollado un nuevo reglamento en el marco del Proyecto Residuos Electrónicos América Latina (PREAL), el cual está próximo a ser aprobado. Adicionalmente, varias empresas y organizaciones como la Fundación Empresarial para la Acción Social (Fundemas) han lanzado iniciativas sostenibles enfocadas en la correcta gestión de residuos electrónicos.
El país también cuenta con parques industriales y empresas dedicadas al reciclaje de estos desechos, lo que refuerza los esfuerzos locales por mitigar los efectos de este problema ambiental creciente.