El Salvador se posiciona como uno de los mayores importadores de alimentos en América Latina, con más del 60% de sus necesidades alimentarias cubiertas a través de importaciones, de acuerdo con un análisis publicado este miércoles por la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL).
En su informe anual de comercio exterior, la agencia de Naciones Unidas destacó el “rol crucial” del comercio en la seguridad alimentaria de la región. En 2022, los envíos de alimentos en América Latina alcanzaron una cifra histórica de más de $349,000 millones, con América del Sur como principal proveedor, mientras que Centroamérica y México presentan un leve superávit.
La CEPAL señala que Bolivia, Paraguay y El Salvador son algunos de los países más dependientes de los proveedores intrarregionales para sus importaciones de alimentos, junto con otros países centroamericanos y sudamericanos. Bolivia lidera el ranking con más del 80% de dependencia, seguido por Argentina, Paraguay y Uruguay. El Salvador se encuentra por encima del 60%, acompañado por Chile y Perú.
En el informe se detalla que El Salvador exportó $1,384 millones en alimentos e importó $3,049 millones, lo que significa que el país importa 2.2 veces más de lo que envía al mercado internacional. Las importaciones incluyen $229 millones en carne y pescado, $198 millones en lácteos y huevos, $219 millones en frutas y hortalizas, $351 millones en cereales, $341 millones en alimentos procesados y $206 millones en grasas y aceites.
Dependencia y seguridad alimentaria
La CEPAL también analizó el valor de las importaciones de alimentos como proporción de las exportaciones totales de bienes y servicios, reflejando la capacidad de un país para financiar sus compras con ingresos. Entre 2020 y 2022, las importaciones de alimentos en Venezuela representaron un 55% de sus exportaciones, seguidas por El Salvador con un 28% y Guatemala con un 25%.
En el Caribe, Haití destaca como el país que más alimentos importa, con un 104% en relación a sus exportaciones, seguido por Venezuela y San Vicente y las Granadinas (53%).
La CEPAL explica que las importaciones permiten acceder a alimentos cuya producción local resulta inviable o demasiado costosa debido a condiciones climáticas adversas, así como a la insuficiente disponibilidad de tierras o tecnología. En El Salvador, más del 50% del consumo de cereales se satisface mediante importaciones, lo que subraya la importancia de estas para la seguridad alimentaria del país.