En el fulgor de este año, el escenario empresarial global se encuentra atrapado en una maraña de incertidumbres que amenaza con desencadenar una serie de eventos que desafían la estabilidad de las empresas a nivel mundial. La volatilidad geopolítica, las tensiones comerciales, el auge de la inteligencia artificial (IA), la gestión del talento humano y la polarización son riesgos que podrían redefinir las estrategias corporativas en 2024.
Las empresas deben seguir navegando por aguas turbulentas, en las que las decisiones de una administración pueden tener un impacto directo en sus cadenas de suministro, inversiones, licencia social para operar y reputación. Según el informe de LLYC, ‘Forecast Corporate Affairs 2024: Activismo corporativo para un año retador’, el 75 % de los directivos cree que el auge de los precios afectará negativamente a sus márgenes y ventas. El 59 % afirma que la situación política puede tener un impacto alto en su actividad y un 58 % que la hiperregulación pasará factura al desarrollo sostenible de su negocio.
Otro dato revelador es que el 75 % de los CEOs encuestados en la Flash Survey destacan la atracción y la retención de talento como su principal preocupación para el 2024, anticipando un gran impacto en la productividad.
A juicio de los CEOs encuestados, la estabilidad de las empresas en 2024 también se verá impactada por la IA, que seguirá impregnando todos los aspectos del negocio. La disrupción de la IA generativa fue solo una probadita del costo para aquellas empresas que no se adaptan a las nuevas tecnologías. Por ello, siete de cada diez de los encuestados apuestan por soluciones de IA para la automatización y la toma de decisiones basadas en datos; la transformación digital está entre las tres principales preocupaciones de este año.
Sin embargo, como toda moneda, la IA tiene dos caras, y los algoritmos están contribuyendo a la creciente polarización, sinónimo de desconfianza, confrontación y pérdida de credibilidad para las empresas y las marcas. Los CEOs calificaron el riesgo de polarización como el sexto desafío más importante para este nuevo año. Ante este panorama retador, la resiliencia para la supervivencia empresarial se mantiene como la mejor alternativa para generar crecimiento en la compañía, priorizando la capacidad de adaptarse a los desafíos inminentes que impone el sector y la comunidad internacional.
La LLYC Deep Survey identifica las tres principales capacidades que los líderes señalan como importantes: ser flexible y adaptarse al cambio (90 %), capacidad de anticipación (89 %) y capacidad de ser ágiles y actuar con rapidez (86 %).
2024 es el año para que las organizaciones no solo resuelvan los desafíos y sobrevivan, sino para que aprendan a vivir e impulsar los negocios, potenciar la confianza de los grupos de interés y proteger la reputación en un contexto desafiante y de cambio permanente.