El Salvador registró exportaciones por $941.63 millones en camisetas y suéteres entre enero y noviembre de 2024, según datos del Banco Central de Reserva (BCR). Estos productos destacan como los principales en la canasta exportadora del país.
Las camisetas, con envíos valorados en $549.67 millones, representaron el 9.16 % de las exportaciones totales, consolidándose como el producto líder en ventas al exterior. Por su parte, los suéteres generaron ingresos por $361.96 millones, con una participación del 6.03 %, ubicándose en la segunda posición.
Ambos productos forman parte de la industria de textiles y confección, que enfrenta desafíos desde la pandemia de covid-19 debido a la caída en la demanda internacional, especialmente desde Estados Unidos. Aunque en 2022 hubo un repunte temporal por la crisis de suministro global, el exceso de inventarios en 2023 y la inflación afectaron las compras internacionales.
Contracción en las exportaciones
Las camisetas registraron una disminución del 13.9 %, lo que equivale a $88.6 millones menos en comparación con los $638.3 millones exportados en el mismo período de 2023. Los suéteres, en tanto, sufrieron una caída más pronunciada, del 16.5 %, dejando de generar $71.4 millones respecto a los $433.3 millones reportados en 2023.
En total, las exportaciones del sector textil y confección sumaron $531.9 millones a noviembre, una baja de $75.4 millones (12.4 %) frente al mismo período del año anterior. Esta cifra incluye prendas de vestir de punto y no punto, textiles y artículos confeccionados, aunque al incorporar productos como microcondensadores, plásticos y mochilas, las exportaciones del sector alcanzaron los $820 millones.
Aporte de la industria textil
La industria textil representó el 13.6 % de los $5,997.9 millones exportados por el país en los primeros 11 meses de 2024. Antes de la pandemia, este sector era uno de los principales generadores de empleo formal en el país, con más de 73,600 puestos de trabajo, especialmente en empresas vinculadas a las zonas francas.
Pese a los desafíos actuales, el sector textil continúa siendo clave para la economía salvadoreña, aunque con la necesidad de adaptarse a las cambiantes dinámicas del mercado internacional.