El Fondo Monetario Internacional (FMI) explicó en su más reciente informo que las previsión de crecimiento económico para los países de Asia se ha elevado debido a recuperación económica de estos países, pero aseguró que podrían haber inflación por los problemas de la banca en Estados Unidos.
Según el FMI, la reapertura de la economía china será fundamental para la región, y los efectos indirectos en Asia se centrarán en el consumo y la demanda del sector servicios, más que en la inversión.
«Asia y el Pacífico será la más dinámica de las principales regiones del mundo en 2023, impulsada principalmente por las boyantes perspectivas de China y la India», afirmó el FMI en su informe sobre las perspectivas económicas regionales.
«Como en el resto del mundo, se espera que la demanda interna siga siendo el mayor motor de crecimiento en toda Asia en 2023».
Además explicó el FMI explicó que espera de la economía de Asia se expanda un 4,6% este año tras un aumento del 3,8% en 2022, contribuyendo en torno al 70% del crecimiento mundial. La entidad mejoró su previsión en 0,3 puntos porcentuales desde octubre.
China e India serán los principales motores, con una expansión del 5,2% y el 5,9%, respectivamente, aunque también se espera que el crecimiento en el resto de Asia rebote este año, según el informe.
Pero el FMI recortó en 0,2 puntos la previsión de crecimiento de Asia para 2024, al 4,4%, y advirtió de riesgos para las perspectivas, como una inflación más persistente de lo previsto, la ralentización de la demanda mundial y el impacto de las tensiones en los sectores bancarios estadounidense y europeo.
«Aunque las repercusiones en la región de las tensiones en el sector financiero han sido relativamente contenidas hasta ahora, Asia sigue siendo vulnerable al endurecimiento de las condiciones financieras y a una revalorización repentina y desordenada de los activos», declaró el FMI.
El FMI también instó a los bancos centrales de Asia -excluidos Japón y China- a mantener una política monetaria restrictiva para reducir la inflación, que podría mantenerse obstinadamente alta debido en parte a la robusta demanda interna.
«Es probable que los costos de no reducir la inflación por debajo del objetivo superen los beneficios de mantener unas condiciones monetarias flexibles», declaró el FMI.