La compañía tecnológica china Huawei, presente en más de 170 países y conocida por su liderazgo en infraestructuras de telecomunicaciones y dispositivos inteligentes, se mantiene firme frente a las crecientes tensiones con Estados Unidos, mientras intensifica su presencia en América Latina, uno de los escenarios clave de la disputa comercial entre Washington y Pekín.
Desde que en 2018 el entonces presidente Donald Trump prohibiera el uso de equipos de Huawei en dependencias gubernamentales estadounidenses, la empresa ha estado bajo una lupa global. A las restricciones comerciales y acusaciones de espionaje que incluyeron su inclusión en la Entity List del Departamento de Comercio en 2019, se suman recientes investigaciones de la Comisión Federal de Comunicaciones (FCC), que sospecha que la empresa sigue operando en EE.UU. pese a las sanciones vigentes.
«Respetamos las leyes y normas en todos los países donde operamos», afirma César Funes, vicepresidente de Asuntos Públicos de Huawei para Latinoamérica, quien recalca que el equipo legal de la compañía responderá a cualquier requerimiento de las autoridades.

Un mercado estratégico: América Latina
Antes de la imposición de sanciones, Huawei ya desempeñaba un papel crucial en el desarrollo de la infraestructura digital en América Latina, particularmente en el despliegue de redes 4G y 5G. Un estudio reciente de la Universidad de Navarra indica que el 70 % de las conexiones 4G-LTE en la región dependen de infraestructura provista por Huawei, lo que equivale a aproximadamente 350 millones de usuarios.
A pesar de las advertencias de Estados Unidos durante la administración Trump —incluyendo amenazas directas a países como Brasil para que vetaran la participación de Huawei en licitaciones de 5G— solo Costa Rica adoptó una medida formal de exclusión. El resto de la región ha continuado en mayor o menor medida su colaboración con la tecnológica china.
“Los desafíos diarios nos exigen más rigor y creatividad”, admite Funes. “Cada vez que las restricciones se endurecen, nosotros reforzamos nuestro compromiso con el trabajo y la innovación”, agrega.
Investigaciones en Europa
La presión no proviene únicamente de Estados Unidos. El pasado 13 de marzo, la Fiscalía Federal de Bélgica lideró una investigación sobre una presunta red de sobornos vinculada a Huawei, con registros en oficinas de la compañía y despachos del Parlamento Europeo. El caso gira en torno a supuestos pagos encubiertos y regalos excesivos para influir en decisiones políticas.
Funes responde con contundencia: “La posición de Huawei es clara: nosotros respetamos todos los procesos formales. Nuestro equipo legal se encargará del tema, como lo ha hecho en otras regiones”.

Expansión pese a la controversia
Con más de 2.000 empleados en América Latina y operaciones en más de 20 países, Huawei continúa su expansión regional mediante el despliegue de redes 4G y 5G, construcción de centros de datos y programas de formación tecnológica. La compañía busca fortalecer su papel como socio estratégico en la transformación digital de la región, en alianza con actores públicos y privados.
No obstante, el crecimiento de Huawei también despierta inquietudes sobre una posible dependencia tecnológica hacia China. Aun así, la compañía insiste en su visión de largo plazo, basada en innovación, desarrollo de infraestructura y transferencia de conocimiento.
En un entorno global marcado por la rivalidad entre potencias, Huawei sigue posicionándose como un actor clave en el futuro tecnológico de América Latina, desafiando sanciones, tensiones políticas y controversias con una estrategia de resiliencia, inversión y adaptación regional.