La comparecencia con la que Donald Trump quiso poner fin a décadas de globalización derivó este jueves en una sesión negra para los mercados de todo el mundo. En Bolsa, la peor parte se la llevaron los índices estadounidenses, con un desplome al cierre del 4,84% en el caso del S&P 500, el mayor recorte desde junio de 2020, y de casi el 6% (un 5,97%) en el tecnológico Nasdaq, la jornada más bajista desde marzo de hace cinco años, cuando la pandemia de la Covid hacía estragos y paralizó las economías del mundo.
El castigo confirma además al mercado doméstico de Estados Unidos como uno de los más afectados por la política comercial del presidente Trump: el S&P 500 baja cerca del 8% en el año y las pérdidas para el Nasdaq son del 14%.
Las empresas tecnológicas, impulsoras de las ganancias en Wall Street en los últimos años, fueron las más azotadas y las denominadas siete magníficas (Apple, Amazon, Alphabet, Microsoft, Nvidia, Meta y Tesla), restaban ellas solas cerca de 984.000 millones de dólares de valor de mercado. La mayor parte de esta destrucción es culpa de Apple. El gigante de la tecnología se desploma casi un 10%, volatilizando con ello cerca de 318.000 millones de dólares de capitalización. La de este jueves fue también su peor sesión bursátil desde marzo de 2020.
El temblor, en todo caso, se extendió por las Bolsas de todo el mundo y en Europa se situaron cerca del 3%, a excepción del Madrid y Londres, que mitigaron los recortes. El origen de la convulsión se encuentra en el incierto efecto de los aranceles en la economía mundial (sobre todo estadounidenses) y en las cuentas de resultados de las empresas.
Compañías estadounidenses cuyas cadenas de producción dependen de países extranjeros sucumbieron al nerviosismo, como Nike, que bajó más del 14%, o Apple, con un descenso superior al 9%. La huida de los inversores de la Bolsa estadounidense supuso una pérdida de capitalización en torno a los tres billones de dólares entre el S&P 500 y el Nasdaq, según los cálculos de Bloomberg.
La onda expansiva dejó al Euro Stoxx 50 como el selectivo más penalizado de Europa, al caer un 3,6%. El Ibex, sin embargo, limitó los descensos al 1,19%, por el menor peso en el índice de empresas españolas exportadoras hacia Estados Unidos.
El Cac francés cedió un 3,3% y el Dax alemán, un 3%. Mejor registro logró también Ftse británico, que restó un 1,5%, dado que Reino Unido se ve beneficiado de unas tasas del 10%, inferiores al 20% impuestas a la Unión Europea. Las pérdidas dejaron sentir también en los mercados asiáticos, con el Nikkei de Tokio retrocedió el 2,77% y el Hang Seng de Hong Kong, un 1,52%. El Kospi coreano limitó su descenso al 0,76%.

“Es probable que la prolongación de la incertidumbre provoque un efecto dominó en los mercados mundiales, erosionando aún más la confianza de los inversores”, advertíandesde la gestora Federated Hermes. La aparente insensibilidad de la Casa Blanca ante las turbulencias financieras y económicas añade otro punto de pesimismo pese a que buena parte de las firmas de análisis siguen descontando que la Administración Trump revoque los aranceles una vez se abra la vía de la negociación si bien ya han tomado buena cuenta del impacto que pueden tener en la economía.
En UBS no descartaban que la inflación subyacente de EE UU alcance el 5% a principios de 2026 y rebajaron su estimación de PIB a cierre de año del 1,6% al 0,1%. Desde ING reconocían que serán especialmente dolorosos para los consumidores y empresas estadounidenses: “Con un poder adquisitivo reducido para los consumidores y unos beneficios empresariales menguantes que corren el riesgo de debilitar la economía en 2025″ la entidad veía cerca los temores de estanflación. Turbulencias que también llegarán a la zona euro, donde Citi estima que el impacto de las tasas en el PIB será del 1% y forzará al Banco Central Europeo a acelerar los recortes de tipos.