En 2017, Google era la empresa más deseada por los jóvenes, y su nombre brillaba en la cima de todas las listas de empleadores preferidos. Sin embargo, para la Generación Z, ese puesto ha caído drásticamente. En la actualidad, Google ocupa la séptima posición, mientras que gigantes tecnológicos como Amazon y Apple también han perdido atractivo, situándose en el octavo y noveno lugar, respectivamente. La razón detrás de este cambio de prioridades es clara: la Generación Z ya no ve la programación ni la industria tecnológica como una prioridad, sino que está reorientando sus intereses hacia carreras completamente distintas.
El cambio en las preferencias de la Generación Z es significativo y preocupante para las grandes compañías tecnológicas. Según encuestas como la realizada por Networks Trends, más del 76% de los jóvenes han modificado sus expectativas laborales. Para ellos, la estabilidad en el puesto de trabajo se ha convertido en el factor más importante a la hora de elegir carrera. En una muestra de más de 10,000 participantes, la localización del empleo ocupa el segundo lugar en la lista de prioridades, seguida de la reputación de las empresas en las que podrían trabajar.
Este giro en los intereses no es casualidad. Impulsados por el pesimismo sobre su futuro profesional y económico, más del 50% de los jóvenes de la Generación Z están preocupados por no encontrar satisfacción en su trabajo, incluso después de años de estudios universitarios. Temen sufrir episodios de agotamiento (burnout), perder el entusiasmo por las carreras que inicialmente les motivaron o enfrentar dificultades para avanzar dentro de las empresas en las que aspiran a trabajar.

Las compañías tecnológicas que una vez dominaron las listas de empleadores deseados ya no parecen tener las claves para atraer a los futuros talentos. La programación, la informática y las industrias afines están perdiendo fuerza como las mejores opciones para los jóvenes. El panorama laboral actual y el envejecimiento de la fuerza laboral en empresas como Amazon, Apple y Google hacen que la búsqueda de nuevos programadores y desarrolladores se complique cada vez más.
Sin embargo, el cambio de rumbo de la Generación Z no se limita a la tecnología. Sectores como la manufactura, los servicios de salud, la educación, la agricultura y la construcción están viendo un repunte de interés. Además, los jóvenes parecen fijar su atención en puestos gubernamentales, que ofrecen estabilidad, seguridad laboral y una ubicación más favorable, cualidades que consideran esenciales para su bienestar profesional y personal.
El futuro laboral de la Generación Z es incierto, pero lo que queda claro es que las grandes tecnológicas deberán adaptarse a los nuevos intereses de esta generación si quieren seguir siendo relevantes en el mundo del empleo.