La naviera Maersk, uno de los gigantes del transporte marítimo, ha emitido una advertencia sobre retrasos significativos en la movilización de carga hacia y desde Guatemala y El Salvador, debido a la severa congestión en los puertos y las malas condiciones de las redes viales. La empresa, a través de un comunicado publicado en su portal web, señaló que tanto las operaciones en los puertos del Atlántico como del Pacífico se han visto gravemente afectadas, con un impacto directo en la movilización interna en ambos países.
El atasco en el Puerto de Acajutla, principal terminal marítima de El Salvador, ha empeorado desde mediados de 2024, con empresarios reportando retrasos de hasta un mes en el despacho de mercancías. La Corporación de Exportadores de El Salvador (Coexport) alertó sobre los efectos negativos de esta congestión, señalando que, en algunos casos, las empresas han tenido que detener su producción por falta de materias primas, y que el sector azucarero tenía hasta $23 millones en exportaciones retenidas en el puerto.

A causa de estos problemas logísticos, Maersk ha anunciado que reducirá el servicio de transporte interior en algunos corredores y aplicará un recargo portuario en Acajutla y en Corinto, Nicaragua, como medida frente a los tiempos de espera extendidos.
La Comisión Ejecutiva Portuaria Autónoma (CEPA) ha reconocido las limitaciones en la capacidad del puerto, que solo puede atender de cuatro a cinco buques al mismo tiempo, mientras que la terminal en Sonsonate está restringida a navíos de grandes dimensiones. Las expectativas del sector empresarial ahora están puestas en la inversión del grupo turco Yilport, que asumió la operación de los puertos de Acajutla y La Unión con un contrato de 50 años y una promesa de inversión de $1,615 millones.