El mercado laboral salvadoreño mostró señales de fortalecimiento durante 2024, con más de 20,700 personas incorporándose al empleo formal, cifra que representa la reducción más significativa del desempleo en los últimos 17 años, según la Encuesta de Hogares de Propósitos Múltiples (EHPM) 2024. Este descenso refleja tanto la recuperación económica sostenida como los efectos de políticas públicas orientadas a la generación de empleo.
De acuerdo con el Banco Central de Reserva de El Salvador, el país registró un total de 140,622 personas desempleadas durante 2024, aquellas que no cuentan con un empleo pero que buscan activamente uno. La reducción de la desocupación se produce en un contexto de consolidación de la economía nacional, marcada por un incremento moderado del Producto Interno Bruto (PIB), la atracción de inversión extranjera y la expansión de sectores estratégicos como la industria manufacturera, la construcción y los servicios financieros.
Expertos destacan que la disminución del desempleo no solo implica un beneficio directo para las familias salvadoreñas, sino también un impacto positivo en la productividad y en la recaudación fiscal. Un mayor número de personas trabajando formalmente se traduce en un incremento en el consumo interno, así como en contribuciones a la seguridad social y al sistema tributario, elementos clave para financiar políticas públicas y proyectos de desarrollo.
Sin embargo, el análisis del mercado laboral también evidencia retos estructurales. A pesar de la reducción del desempleo, persiste la necesidad de fomentar empleos de calidad, con salarios competitivos y acceso a prestaciones laborales. La diversificación económica, la formación técnica y el impulso a la innovación son esenciales para garantizar que el crecimiento del empleo sea sostenible y que beneficie de manera equitativa a distintos segmentos de la población.
En este sentido, la cifra récord alcanzada en 2024 se presenta como un termómetro de la resiliencia económica de El Salvador y de la efectividad de las estrategias implementadas por el gobierno y el sector privado, al tiempo que subraya la importancia de continuar con reformas y políticas orientadas a consolidar un mercado laboral más robusto, inclusivo y competitivo.

 
         
           
                           
                           
                           
                           
                           
                           
                           
                           
                           
                           
                           
                           
                           
                           
                          
