El día grande de los descuentos llega en medio de una gran incertidumbre por el contexto macroeconómico. La recomendación de los expertos: no alargar el periodo de promociones más de una semana.
El Black Friday es una fecha vital para el balance de los comercios. Estos días suelen registrar el 30% de su volumen de ventas anual, según los expertos. Los consumidores también las tienen anotadas en sus agendas. A partir de principios de noviembre los clientes ya empiezan el rastreo en busca de las ofertas, dos semanas antes de que comience el periodo de promociones ya toman posiciones.
Este comportamiento obliga a los comercios a anticipar su estrategia de cara a la próxima cita con el Black Friday. Y más en un escenario como el actual, marcado por la incertidumbre económica.

Las claves que deben tener en cuenta los comercios
Los expertos recomiendan a las pequeñas y medianas empresas (pymes) tener en cuenta varios aspectos que ayudarán a determinar sus estrategias para competir en el Black Friday. En primer lugar, deben conocer los hábitos de sus clientes potenciales. El porcentaje de consumidores que en 2021 compró en la red fue del 88%, dos puntos más que la media global, según un informe de la escuela de negocios OBS Business School.
El canal principal de venta, por tanto, es internet, y las pymes parten con desventaja a la hora de elaborar sus estrategias, ya que deben buscar su hueco entre los gigantes del comercio electrónico.
Como la mayor parte de las compras se hacen en la red, los expertos aconsejan conocer a qué horas hay más tráfico para que las empresas puedan tener a punto su página web. Según SaleCycle, el número de usuarios crece con consistencia a partir de las 7.00, y permanece estable durante unas horas. Es a partir del mediodía cuando las visitas vuelven a repuntar.
Esta firma británica estableció en la franja entre las 16.00 y las 20.00 horas, el pico más alto, mientras que a partir de las 21.00 la afluencia decae. Para poder afrontar este Black Friday, los expertos recomiendan tener un buen servicio de alojamiento web, y vigilar con detalle la duración del tiempo de carga de una página.
Definida la duración, los comercios deben determinar a qué artículos de su stock aplicar los descuentos. Se aconseja que sea a los productos reclamo, es decir, los que más éxito de ventas tienen, y ponerlos a un precio competitivo.
Existe también un debate entre si diferenciar estrategias para el mundo digital y para la tienda física. Rigola recomienda aunar ambos canales. Se trata de un concepto muy extendido en el mundo del marketing: la omnicanalidad. “Lo importante es ver cómo hago acciones que combinen tanto el canal online como el offline y que funcionen como un todo”, asegura.
Las previsiones para este Black Friday
El desfavorable contexto económico apunta a que las empresas tendrán que capear una caída del gasto medio de los consumidores. A ello se suman los productos que muchos usuarios reservan para adquirir en el Cyber Monday.
“El año pasado gastamos unos 220 euros entre ambas jornadas, un 12% más que en 2020″, explica Rigola. Para este año, las intenciones pasan por comprar menos regalos. “Lo que puede pasar es que ese 12% vuelva para atrás y gastemos por debajo de los 200 euros entre Black Friday y Cyber Monday, pero al final son todo suposiciones”.
En cuanto a las preferencias de los consumidores, Los expertos apuntan que la tecnología, origen del Black Friday, seguirá siendo el producto estrella junto a la moda, que se seguirá manteniendo en buenos niveles.