Según la Encuesta de Hogares de Propósitos Múltiples (EHPM) de 2023, más de 362,000 jóvenes salvadoreños entre 15 y 29 años se encuentran en la categoría NINI, es decir, que no estudian ni trabajan. Este término deriva del inglés “neet” (not in education, employment or training) y se refiere a aquellos jóvenes que, a pesar de no estar involucrados en actividades educativas o laborales, no ofrecen su potencial económico ni social al país. «Además, al no estar en el sistema educativo, sus posibilidades de desarrollo profesional futuro se ven minadas», señala la EHPM.
En 2023, al menos 362,697 personas entre 15 y 29 años estaban en condición de NINI, lo que representa un 22.6% de la población en este grupo etario. Esta cifra muestra una disminución de 40,153 jóvenes en comparación con los 402,850 reportados en 2022. La población NINI es mayor entre las mujeres, con un 33.8% en esta condición, mientras que en los hombres representa un 10.3%.
Al enfocarse en los jóvenes entre 15 y 24 años, la población NINI se reduce a 223,038 en 2023, una disminución de 29,727 respecto al año anterior.
En 2023, la población de El Salvador ascendió a 6,338,881 personas, lo que representa un incremento de 7,934 ciudadanos en comparación con 2022. De esta población, más de 2.9 millones son hombres y 3.37 millones son mujeres, con una proporción de 88 hombres por cada 100 mujeres.
El 64.1% de la población salvadoreña se concentra en cinco departamentos: San Salvador, La Libertad, Santa Ana, Sonsonate y San Miguel. El 11.1% restante se encuentra en Cabañas, San Vicente, Chalatenango y Morazán. San Salvador es el departamento más poblado, con más de 1.73 millones de personas y una densidad de 1,953 habitantes por kilómetro cuadrado, lo que representa un 27.3% de la población total. La Libertad, con 803,933 habitantes (12.7%), tiene la segunda tasa poblacional más alta, con 486 personas por kilómetro cuadrado.
La situación de los jóvenes NINI en El Salvador sigue siendo un desafío significativo, a pesar de la disminución observada en 2023. Es crucial implementar políticas y programas que faciliten la inserción de estos jóvenes en el sistema educativo y laboral para asegurar su desarrollo y contribuir al crecimiento económico y social del país.