Los precios del petróleo limitaron sus pérdidas luego de una fuerte caída inicial en respuesta al fortalecimiento del dólar, tras confirmarse la elección de Donald Trump como presidente de Estados Unidos. Este resultado generó volatilidad en el mercado energético y elevó las expectativas de cambios en las políticas de producción de combustibles fósiles en la potencia norteamericana.
El barril de Brent del mar del Norte, para entrega en enero, finalizó la jornada con una baja de 0,81 %, cerrando a $74,92. Por su parte, el West Texas Intermediate (WTI) para diciembre también experimentó una caída de 0,42 %, ubicándose en $71,69. Más temprano, ambos precios habían registrado mínimos de $73,34 para el Brent y $69,74 para el WTI.
Según el analista Phil Flynn de Price Futures Group, el impacto inmediato de la victoria de Trump en los mercados fue el fortalecimiento del dólar, que alcanzó sus máximos en varios meses frente a múltiples divisas. “Cuando se hizo evidente que Trump sería el próximo presidente de Estados Unidos, los precios del petróleo cayeron, en parte porque el dólar explotó”, comentó Flynn a la AFP.
Al negociarse el crudo en dólares, una moneda estadounidense fortalecida eleva el costo del barril para los inversores internacionales, encareciendo la compra del recurso y generando presión a la baja en su precio. Además, las promesas de campaña de Trump, quien ha expresado su apoyo a las energías fósiles y su intención de «perforar al máximo», han incentivado la expectativa de una posible sobreoferta de petróleo en el mercado global. “Este mensaje (…) lleva a los operadores a pensar que veremos precios más bajos del crudo”, explicó Flynn.
La elección de Trump también ha incrementado las preocupaciones sobre el suministro de crudo en Medio Oriente. Según Ole Hvalbye, analista de SEB, «Estados Unidos podría dejar que Israel se muestre más agresivo con Irán», uno de los principales productores de petróleo del mundo. Esta posible tensión añade un nuevo factor de incertidumbre geopolítica al mercado energético.
Por otro lado, la Agencia de Información sobre Energía (EIA) de Estados Unidos reportó un incremento de 2,1 millones de barriles en las reservas de crudo la semana pasada, lo cual podría haber reforzado la tendencia bajista en el mercado. La noticia añade presión a un escenario ya sensible, donde factores tanto económicos como geopolíticos continuarán moldeando el comportamiento de los precios del petróleo en el corto y mediano plazo.