La situación económica mundial y la crisis de inflación han generado presiones extraordinarias en el presupuesto y el gasto público de El Salvador, por lo cual se han tomado decisiones oportunas para garantizar la estabilidad de las finanzas públicas.
«El Salvador tiene tiene la suficiente liquidez, no solo para pagar todos sus compromisos a su vencimiento, sino también para comprar toda nuestra propia deuda (hasta 2025), por adelantado”, expresó el mandatario por medio de su cuenta oficial de Twitter.
En ese sentido, el Ministro de Hacienda, Alejandro Zelaya, presentó dos decretos a la Asamblea Legislativa como muestra del compromiso que tiene el Gobierno para cumplir con sus obligaciones financieras en los mercados nacionales e internacionales.
El primer decreto solicita la autorización para que el Banco Central de Reserva (BCR) traslade el equivalente en dólares de 275 millones de Derechos Especiales de Giro (DEG) a esta cartera de Estado (aproximadamente $360 millones), que fueron asignados por el Fondo Monetario Internacional (FMI) al país en el año 2021.
“Esta iniciativa configura el primer paso para nuestra estrategia de manejo de pasivos en el mediano y largo plazo, asegurando la disponibilidad de fondos para ofrecer una opción de compra anticipada a nuestros tenedores de bonos de 2023 y 2025”, explicó el Ministro Zelaya.
El segundo decreto hace referencia a una operación gestionada con el Banco Centroamericano de Integración Económica (BCIE), por un monto de hasta $200 millones. Este financiamiento está orientado a reembolsar al Estado salvadoreño parte del sacrificio fiscal, por la implementación de las medidas económicas, para paliar la crisis de inflación mundial y aliviar el bolsillo de las familias salvadoreñas.
“Esta operación de desembolso de gasto de inversión es un reconocimiento a la buena gestión de la crisis y la efectividad de los mecanismos implementados para controlar el impacto negativo de la inflación”, aseguró el Titular de Hacienda.
Con estas iniciativas presentadas, las cuales posteriormente fueron aprobadas por la Asamblea Legislativa, El Salvador está demostrando la capacidad de seguir honrando sus compromisos internacionales, por medio de planes estratégicos que permitan dar garantías y pasos firmes para la sostenibilidad de las finanzas públicas.