Cada 19 de noviembre se conmemora el Día Internacional de la Mujer Emprendedora con el objetivo de empoderar, apoyar y celebrar a todas las mujeres que han decidido tomar este camino. Asimismo, se busca inspirar e impulsar a las mujeres y niñas a convertirse en participantes activas de la economía.
El primer gran desafío de todo emprendedor es dar el primer paso. Es decir, salir de su zona de confort para empezar un camino que le traerá diversas emociones y desafíos para el desarrollo óptimo de los proyectos.
Desde el 2014 en varios países se celebra cada 19 de noviembre el Día Internacional de la Mujer Emprendedora. La iniciativa, titulada Women´s Entrepreneurship Day (WED), fue creada por la empresaria norteamericana Wendy Diamond.
Un reciente informe de la Asociación de Emprendedores de Argentina (ASEA) mostró que si bien son pocas aún las mujeres argentinas que fundan empresas, cada vez son más las que lo hacen por vocación emprendedora (en lugar de necesidad de subsistencia o de desarrollo de carrera).
También en estos casos locales, la principal fuente de financiamiento a la que acceden las mujeres emprendedoras fue vía recursos propios. El 70% no contó con capital de terceros para fundar su startup, y le sigue a ello el 21% que tuvo financiamiento de familiares y/o amigos. Al financiamiento vía gobierno solo accedieron un poco más del 10% de las encuestadas, indicó ASEA.
El emprendimiento femenino representa un gran aporte a la sociedad que ayuda no sólo a generar ingresos sino que además le da a la mujer un lugar en el espacio público y de negocios y le brinda mayor independencia financiera en un mundo donde los hombres siguen teniendo mayores oportunidades. Se vuelve una necesidad romper con los prejuicios sociales sobre las verdaderas capacidades que tienen las mujeres para los negocios y los nuevos emprendimientos.