Latinoamérica dejó de ser un “mercado emergente” y se consolidó como uno de los motores silenciosos de la industria del gaming. Según el Global Games Market Report 2025 de Newzoo, la región alcanzará 372,3 millones de jugadores en 2025, un crecimiento de 4,5% interanual, y generará cerca de US$8.300 millones en ingresos, ubicándose como la cuarta región más grande del mundo. El estudio describe un mercado “mobile-first, equilibrado entre plataformas y fuertemente inclinado a Android”, donde el 69% de la población conectada juega y casi la mitad realiza algún tipo de gasto.
Si bien Brasil y México siguen liderando por volumen, una nueva constelación de mercados comienza a ganar protagonismo: Argentina, Colombia, Perú, Costa Rica, Guatemala y El Salvador. La región combina juventud, rápida adopción digital y un crecimiento estimado del 5–6% anual. Proyecciones de Market Data Forecast prevén que el negocio latinoamericano de videojuegos pasará de US$23.080 millones en 2024 a más de US$70.000 millones en 2033, impulsado por una mayor conectividad y mayores ingresos disponibles.
Aunque el móvil domina, el PC vuelve a cobrar fuerza gracias a mejores GPUs, lanzamientos multiplataforma y el auge de creadores que usan el mismo dispositivo para jugar, trabajar, transmitir y editar. “El jugador latinoamericano ya no quiere elegir entre estudiar, trabajar o jugar: quiere hacerlo todo en el mismo equipo. Por eso el PC —y especialmente las laptops con IA integrada— se está convirtiendo en el centro digital de su vida”, afirma Nigel Pallete, gerente de Ventas para Centroamérica y Caribe de Acer.
Argentina destaca por su sólida industria de desarrollo; Colombia impulsa el consumo de juegos online y cloud gaming; y Perú crece a doble dígito con nuevos centros de esports. En Centroamérica, países como Costa Rica, Guatemala y El Salvador aportan talento creativo y funcionan como laboratorios para probar nuevos modelos de distribución y financiamiento de hardware.
Con una base creciente de jugadores, mayor capacidad de gasto y un ecosistema cada vez más sofisticado, Latinoamérica se perfila como un territorio clave para la próxima expansión del gaming global. Como resume Acer, “el futuro del gaming latinoamericano será híbrido: se jugará en el bolsillo, pero se creará en el PC”.


