América Latina es una región con un “enorme potencial” en términos comerciales y, en los últimos años, los distintos países de Occidente han pasado por alto este mercado en favor de regiones emergentes como Asia Oriental, lo que ha provocado que el comercio se sitúe “por debajo de su potencial”.
Esta es una de las principales conclusiones del informe ‘Panorama de América Latina para 2023’, elaborado por Canning House, el principal foro de debate en el Reino Unido sobre la situación política y socioeconómica de América Latina.
Para los expertos que participan en el informe, la región supone un mercado “extremadamente grande” que suma aproximadamente US$5.500 millones con una serie de sectores “bien desarrollados” que representan una oportunidad para las empresas internacionales.
El informe destaca su industria extractiva, señalando que la región es “rica” en recursos naturales. “Contiene más del 40 % de las reservas mundiales de cobre, dos tercios de las reservas de litio o una cuarta parte de las de níquel, entre otros”, explica.
Además, en cuanto a las fuentes de energía renovables, estas reprensentan el 29 % de la matriz energética de la región, aunque tiene capacidad para expandirse “de manera significativa”, en áreas como la eólica o la hidroeléctrica.
Desde Canning House apuntan que el potencial de América Latina va “mucho más allá” de esta industria extractiva, y también destaca otros sectores “prósperos” como el financiero, el farmacéutico o el tecnológico.
Del mismo modo, las deficiencias en materia de infraestructuras o educación llevan a prever una necesidad de inversión pública y privada en la región. Las empresas de ingeniería o construcción, así como las que puedan proveer de herramientas de aprendizaje tendrán gran demanda en el mercado latinoamericano.
De cara al año 2023, los expertos de Canning House han señalado que, a pesar del deterioro de las previsiones de crecimiento a nivel global, la actividad económica de América Latina puede aportar “sorpresas positivas”, con revisiones al alza en grandes países de la región, como Brasil o México.
Con todo, la región sigue acarreando riesgos, como la falta de seguridad, los altos niveles de corrupción o la inestabilidad política, que pueden provocar un incremento de las protestas sociales.