Con una inyección de $120 millones, El Salvador da un paso estratégico en el fortalecimiento de su sistema de salud, apostando por una inversión pública que busca no solo mejorar la atención médica, sino también generar impactos positivos en la productividad y el desarrollo económico del país.
El monto forma parte de un contrato de préstamo ratificado recientemente, cuya ejecución estará centrada en el Proyecto de Mejora de la Atención de Salud. Este contempla una transformación estructural del primer nivel de atención médica, mediante obras de infraestructura, adquisición de equipamiento, formación de personal y modernización tecnológica.
Del total de los recursos, $93.3 millones se destinarán a la construcción, mejora y remodelación de centros de salud priorizados a nivel nacional, así como a la compra de equipamiento médico y no médico. Esta inversión representa un impulso al sector construcción y a la cadena de suministros de bienes y servicios relacionados con la salud, lo cual también dinamizará la economía local.

Adicionalmente, se asignarán $22.9 millones para fortalecer la capacidad operativa del sistema sanitario, a través de la modernización tecnológica, la capacitación del recurso humano y la incorporación de nuevas herramientas de gestión. Este componente apunta a elevar la eficiencia del gasto público en salud y asegurar una respuesta oportuna ante eventuales emergencias sanitarias.
Finalmente, $3.8 millones serán invertidos en tareas de administración, supervisión y auditoría del proyecto, garantizando la transparencia en la ejecución y el cumplimiento de los objetivos trazados.
La iniciativa se perfila como una inversión estratégica de alto retorno social, ya que busca mejorar el acceso a servicios de salud de calidad, reducir la presión sobre niveles de atención más complejos y, a largo plazo, contribuir a un capital humano más saludable y productivo.