El Centro para la Defensa del Consumidor (CDC) ha emitido una advertencia sobre el impacto del reciente incremento en la tarifa de energía eléctrica para los grandes consumidores, principalmente en comercio e industria, en el precio de los alimentos en El Salvador.
Según el director ejecutivo del CDC, Danilo Pérez, los usuarios que consuman más de 300 kilovatios por hora (KW/h) experimentarán un aumento del 23 % en la factura de energía eléctrica para el trimestre comprendido del 15 de abril al 14 de julio. Este aumento se reflejará en los costos de producción, lo que inevitablemente se traducirá en mayores precios para los consumidores finales.

La decisión ha generado preocupación en el sector empresarial, que ahora enfrenta incertidumbre sobre cómo este incremento afectará sus costos operativos. La Cámara de Comercio e Industria de El Salvador (Camarasal) ha instado a las empresas a revisar sus gastos y adoptar buenas prácticas energéticas.
El CDC ha solicitado una actualización en la fórmula de la tarifa eléctrica y la eliminación del impuesto al valor agregado (IVA) del cobro. Según el Centro para la Defensa del Consumidor, El Salvador tiene la tarifa de energía eléctrica más cara en comparación con otros países de Centroamérica, lo que agudiza la situación de vulnerabilidad de la clase media y baja.
Además del aumento en la tarifa eléctrica, el CDC ha denunciado incrementos en los cobros indebidos de agua potable y tasas municipales. Ante esta situación, la institución ha instado al gobierno a adoptar medidas para enfrentar el costo de la vida y ha pedido al presidente Nayib Bukele que instruya al Consejo Nacional del Salario Mínimo a iniciar una evaluación para un ajuste salarial, luego de tres años sin cambios.
En resumen, el CDC ha llamado a revertir el incremento en las tasas municipales y ha instado a la Defensoría del Consumidor a tomar medidas para proteger los derechos de los consumidores frente a estos aumentos injustificados.